Devocional diario julio 19
Dios Inmutable
La inmutabilidad de Dios es el principio de que Dios no cambia, que sigue siendo el mismo hoy, así como lo fue hace mil años.
La naturaleza de Dios no cambia, ni tampoco cambian Su carácter ni Sus atributos. Cuando algo cambia, se hace mejor, peor, o diferente. Pero debido a que Dios es perfecto, no puede hacerse mejor ni convertirse en un ser más santo. No es necesario que cambie.
Del latín immutabilis, inmutable es un adjetivo que refiere a aquello que no puede ni se puede cambiar. Se trata, por lo tanto, de algo que no es mudable o que es inmodificable.
Este nombre de Dios se nos presenta de una forma muy personal, y es la esencia misma del tiempo presente. ¿Alguna vez te ha hablado el Señor? A mí me ha hablado muchas veces a través de una divina impresión en mi espíritu. He sabido que esos preciosos mensajes eran del Señor, es decir, de Yahvé, el que se revela.
Yahvé se revela así mismo como un Dios íntimo y personal. Él camina con nosotros, Él siempre está presente y nunca nos dejará ni nos abandonará, como leemos en Hebreos 13:5.
Podemos estar seguros de quién es Dios, podemos estar seguros de que nos ama y que su amor por nosotros es constante y que su misericordia se renueva cada mañana.
Dios no nos dejará solos en medio de los tiempos difíciles, Él estará con nosotros como estuvo con su pueblo cuando atravesó el desierto.
¿Qué significa que Dios es inmutable?
“…en el cual no hay mudanza, ni sombras de variación” dice Santiago 1:17 y el Salmos 102:27 dice: “Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.”
Podemos dormir confiados en sus promesas pues Él es el mismo y no cambia. Todo cambia a nuestro alrededor, pero Dios es siempre el mismo.
Sabemos que Dios es amor, que es inmutable, bueno, confiable, que es la verdad, etc.
Números 23:19
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará?, Habló y ¿no lo ejecutará?“
Todo lo que Él ha dicho se cumplirá, ninguna de sus promesas tiene fecha de expiración porque nuestro Dios es eterno. Si Él lo dijo, Él lo hará, sólo tenemos qué esperar en Él.
Nuestra fe descansa en la solidez de aquel que promete y es nada menos que Él mismo Dios.
Hebreos 6:18
“A fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.”