Devocional diario septiembre 19
Cómo cambiar la Desesperanza por Esperanza
Marcos 9:20- 22 “Así que se lo llevaron. Cuando el espíritu maligno vio a Jesús, le causó una violenta convulsión al muchacho, quien cayó al piso retorciéndose y echando espuma por la boca. ¿Hace cuánto tiempo que le pasa esto? —preguntó Jesús al padre del muchacho. Desde que era muy pequeño—contestó él—. A menudo el espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Ten misericordia de nosotros y ayúdanos si puedes.”
Estas eran las palabras de un padre desesperado por la situación de su hijo, este hombre estaba a punto de perder la fe, estaba a punto de perder la esperanza, su hijo había sufrido por muchos años. Y en ese momento se encuentra con Jesús y le dice: Si tu puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
Ahora el problema de muchas personas es que se enfocan sólo en lo que Dios puede hacer por ellos, más la clave está en creer.
Miren lo que Jesús responde en Lucas 9:23: “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”
No importa lo que te hayan dicho los médicos, o lo que te hayan dicho en el trabajo, no importa con qué estés luchando, todo es posible. La clave no está en lo que Jesús puede hacer, sino si lo crees de verdad.
Jesús le estaba diciendo a este hombre que lo que Él pueda hacer por ti, está directamente relacionado con si lo puedes creer. Si tu crees, todo es posible, ¿para quien todo es posible? para el que cree.
Jesús puede hacer todo en lo que tu crees, si tu crees en sanidad, Jesús lo puede hacer, si tu crees en prosperidad Jesús lo puede hacer, si tu crees en un buen matrimonio Jesús lo puede hacer, por que para Él todo es posible.
Ahora, cuando lo imposible se vuelve posible, la desesperanza se vuelve esperanza, pero la primera condición para que esto suceda es creer.
Y una de las cosas que nos ayudan a creer, es programar nuestra mente para lo posible y no para lo imposible.
Si piensas que las cosas son imposibles, estarás limitando el poder de Dios en tu vida. Por eso tienes que salir de este lugar pensando que es posible, es posible esa sanidad, es posible esa bendición, es posible ese matrimonio, para Dios es posible el milagro que necesito.
No hay situación en tu vida que Dios no pueda resolver, por mas critica que sea, si tu crees.
Mientras muchos cristianos miran al cielo y están esperando a que Dios haga algo, Dios los está mirando a ellos esperando a que ellos hagan algo: Creer.
Isaías 38: 1- 3 “Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”». Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor: «Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.”
Para un cristiano no hay ninguna situación que no tenga esperanza.
V. 2“…volvió su rostro a la pared…”
El más grande profeta de Israel estaba delante de él, pero Ezequias volteó su rostro, quizá volteó su rostro a las circunstancias, volteó su rostro al reporte de muerte.
Cuando Ezequías voltea su rostro y mira a la pared, sólo había a alguien que podía mirar y ese era Dios.
Si realmente quieres recuperar la esperanza para ese milagro que necesitas, debes voltear tu vista de las circunstancias, tienes que voltear tu vista de los problemas, tienes que voltear tu vista de los reportes médicos y poner tus ojos en Dios.
Cuando volteas tu vista de todo y pones tu vista en Dios, le estás diciendo: mis amigos no me pueden salvar, mi familia tampoco, tampoco los médicos, pero para ti Señor no hay nada imposible.
Te vas a llenar de esperanza cuando puedas enfocar tu mirada en Dios quien es el único que puede levantar tu vida. Muchas veces perdemos la fe y la esperanza porque buscamos una respuesta en la fuente equivocada.
Tus amigos no son la respuesta, los vicios tampoco; viajar tampoco lo es.
Sólo Jesús es la respuesta para todas las áreas de tu vida.
v.3 Oración intensa y perseverante
Ezequias oró, pero no fue una oración tibia sino que oró con todo su corazón. Cuando estés enfrentando una situación imposible, no puedes orar pasivamente sino que tu oración tiene que ser agresiva.
Santiago 5:16 dice: “La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.”
Nuestra oración puede mucho cuando oramos de una manera intensa y perseverante. Dios no mira lo exterior, sino que mira lo que hay en nuestro corazón.
Dios ve la motivación con la que hacemos las cosas.
Si quieres que un imposible ocurra en tu vida y lo haces por egoísmo, o por envidia, o por orgullo, estate seguro que Dios no te va responder.
Pero si le pides con un corazón puro, con la motivación correcta, Dios se va a mover a tu favor.