Es Tiempo de Conectar, septiembre 22
Un nuevo tiempo, un nuevo pacto
Dios desea empezar algo nuevo contigo, El quiere que comiences una nueva etapa pero lo quiere hacer junto a ti.
Quiere reedificarte, poner en orden lo desordenado y dar vida a lo que está muerto.
Jeremías 31:4 dice: “Yo te reedificaré, mi virgen Israel. Volverás a ser feliz y con alegría danzarás con las panderetas.”
Cuando se vive un verdadero arrepentimiento, Dios empieza una reedificación y transforma todo. Esto sucedió con el pueblo de Israel. Dios, siempre le daba nuevas oportunidades cuando ellos se volvían a Él con todo su corazón. Pero había un requisito para que Dios comenzara algo nuevo en la vida de los Israelitas y es el mismo requisito que Dios tiene hoy para ti y para mi, si quieres que Él empiece algo nuevo en tu vida debes entrar en un nuevo pacto con Dios.
Un pacto, es un tratado, un compromiso entre dos o más partes con condiciones qué cumplir. Si uno no cumple con su parte, el pacto se anula y los beneficios también se eliminan.
Era muy importante que Dios estableciera pactos con sus hijos. Cada hombre que Dios usó fue porque hizo un pacto con Él. Por ejemplo Abraham, Moisés, David, etc.
Sin embargo también dejó de bendecir a quienes rompieron sus pactos como en el caso de Sansón y de Saúl.
Un pacto compromete a Dios con bendecirte porque Su palabra está de por medio y El nunca falla.
Cada promesa que Dios te ha dado no es solo una bonita esperanza, es su misma Palabra comprometida en cumplirse.
Dios quiere que ahora que tienes un nuevo corazón, que te has arrepentido, entres en un nuevo pacto en tus emociones, palabras y acciones. El no quiere escuchar intenciones sino que quiere cimentarte en tus decisiones. Quiere que te enlaces con lo que te comprometas y ayudarte a que lo cumplas cuando tus fuerzas flaqueen.
Un pacto es tu cobertura, tu escudo en medio de las luchas, tu paraguas en medio de las tormentas de problemas y tu refugio cuando enfrentas tus peores miedos.
No tengas miedo a poner tu palabra de por medio, aprende a madurar y a que tu sí, sea sí y tú no, sea no.
Jeremías 31:21 «Ponte señales en el camino, coloca marcas por donde pasaste, fíjate bien en el sendero.¡Vuelve, virginal Israel; vuelve a tus ciudades!»
Dile a Dios qué es lo que quieres que haga por ti, pero es muy importante que te asegures primero si está dentro Su voluntad y no sólo que sea un deseo carnal.
No te comprometas a algo por emoción sino por convicción de que te vas a esforzar y que tu pacto va a estar por encima de tus caprichos.
¿Qué se compromete Dios a hacer en este nuevo pacto?
Jeremías 31: 33-34 »Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor —: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán —afirma el Señor —. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados.»
La ley de Dios estará clavada en tu espíritu y ya no sólo en tu mente.
Él será tu Dios, tu dueño, quién cuida y vela por ti, tu hacedor.
Desde el más pequeño al más grande de tu casa lo conocerán.
No se acordará más de tu pecado.
Y si esto te parece mucho todavía hay más:
Jeremías 32: 40-41 “Y haré un pacto eterno con ellos: nunca dejaré de hacerles bien. Pondré en el corazón de ellos el deseo de adorarme, y nunca me dejarán. Me gozaré en hacerles bien, y con fidelidad y de todo corazón los volveré a plantar en esta tierra.”
Nunca dejará de hacerte bien.
Formará en tí un corazón de verdadero adorador para que quedes sellado.
Se alegrará en hacerte bien y en que seas parte de Su vid.
Y si con esto aún dudas, Dios te responde en Jeremías 32: 27,
«Yo soy el SEÑOR, Dios de todos los pueblos del mundo. ¿Hay algo demasiado difícil para mí?”
Ahora que sabes cuál es el Nuevo Pacto que Él quiere empezar en tu vida. ¿Qué vas a hacer tu?
Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, comparte con otros y suscríbete al canal. Dios te bendiga.