Es Tiempo de Conectar, enero 23
El favor del rey sobre ti
“El rey se enamoró de Ester más que de todas las demás mujeres, y ella se ganó su aprobación y simpatía más que todas las otras vírgenes. Así que él le ciñó la corona real y la proclamó reina en lugar de Vasti.” Ester 2:17.
Cuando vemos la vida de Ester nos podemos dar cuenta de lo que puede hacer el favor del rey en la vida de una persona.
Ester había nacido como una campesina. Era una joven muy pobre y huérfana pero algo sucedió que le cambiaría la vida, fue un encuentro con el rey.
Un encuentro con el rey tiene el poder para cambiar tu vida.
Un encuentro con el rey tiene el poder para cambiar tu destino.
Un encuentro con el rey hizo que una joven se levantara por la mañana como una campesina pobre y huérfana y ese mismo día terminará como la reina de toda una nación.
Si Dios lo hizo con Ester, también lo puede hacer contigo.
Un encuentro con el rey puede cambiar tus problemas, tus adversidades y tus circunstancias en un instante.
Lo importante no es cómo entraste a la presencia del rey, sino cómo vas a salir porque hoy vas a tener un encuentro con el Rey de Reyes y Señor de Señores.
Recuerda esto, el favor del rey puede restaurar en un día lo que el enemigo te robó durante toda una vida.
El favor del rey tiene el poder para borrar tu pasado y cambiar tu futuro por siempre.
V.15 “Cuando a Ester, la joven que Mardoqueo había adoptado y que era hija de su tío Abigaíl, le llegó el turno de presentarse ante el rey, ella no pidió nada fuera de lo sugerido por Jegay, el eunuco encargado del harén del rey. Para entonces, ella se había ganado la simpatía de todo el que la veía.”
La Biblia dice que Ester ganaba el favor de todos los que la veían, siendo aún una campesina. ¿Sabes por qué? Porque el favor de los hombres no cambia nada en tu vida, es el favor de Dios.
Un día de favor con el rey vale más que toda una vida de favores y labores con la gente. No necesitamos el favor de muchos, lo que necesitamos es el favor del Rey, el favor de nuestro Dios.
Si el rey te quiere a ti, no importa en realidad quién no te quiera. Hay mucha gente que quizá no me quiera o que yo no sea de sus favoritos, pero a mí lo que me importa es que al Rey del universo le caiga bien y encuentre favor en Él.
Hay personas que un día tuvieron el favor del rey pero lo perdieron porque decidieron darle prioridad al favor del hombre.
Ester hizo del favor del rey una prioridad en su vida. Muchos hombres estaban detrás de Ester por su belleza, pero Ester se guardó para el rey.
“Entonces Amán le dijo al rey Asuero: Hay cierto pueblo disperso y diseminado entre los pueblos de todas las provincias del reino, cuyas leyes y costumbres son diferentes de las de todos los demás.
¡No obedecen las leyes del reino, y a Su Majestad no le conviene tolerarlos!
Si le parece bien, emita Su Majestad un decreto para aniquilarlos, y yo depositaré en manos de los administradores trescientos treinta mil kilos de plata para el tesoro real.
Entonces el rey se quitó el anillo que llevaba su sello y se lo dio a Amán hijo de Hamedata, descendiente de Agag y enemigo de los judíos.» Ester 3: 8-10.
Amán no sólo era un hombre perverso y malo, sino que la Biblia hace énfasis en que era enemigo de los judíos. Y este enemigo del pueblo judío surgió y el rey le dió poder y autoridad.
Debemos recordar que aún cuando Ester ya era reina, seguía siendo judía, así que Amán era su enemigo.
El hecho de que Ester fuera la reina no significó que los problemas se le acabaran.
El favor del rey no significa cero problemas, el favor del rey no evita las circunstancias adversas en tu vida, es el favor del rey quien resuelve los problemas en tu vida.
Recuerden que la Biblia NO dice que ninguna arma contra ti se levantará, la Biblia dice que no importa qué arma contra ti se levante, ninguna va a prosperar. Eso quiere decir que enemigos y armas se levantarán pero por fuertes y poderosos que sean no podrán vencerte.
Ester tenía un enemigo.
El pueblo de Israel tenía un enemigo.
Y nosotros, tarde o temprano, vamos a tener un enemigo.
Tu enemigo puede ser una circunstancia. Tu enemigo puede ser una enfermedad. Tu enemigo puede ser la pobreza.
A muchas personas cuando les llega un enemigo, no saben qué hacer… Algunos se deprimen, otros lloran y se lamentan pero cuando cuentas con el favor de Dios, vas a entender que la llegada de un enemigo es el anuncio de una victoria inminente. La llegada de un enemigo o de un obstáculo muchas veces esconde la oportunidad para ser promovido y ascendido en tu vida.
No ores para que no tengas problemas, no ores para que los problemas sean pequeños; ora para que Dios te dé el favor para vencer los más grandes problemas.
El favor de Dios no sólo te promueve sino que también tiene el poder para aplastar a tus enemigos.
Si cuentas con el favor del rey, tus enemigos son también enemigos del rey y si tus enemigos son enemigos del rey, entonces tu batalla es también la batalla del rey y el Rey con el cual contamos no pierde batallas.
¿Cómo ser un favorecido?
Ester fue una mujer que se guardó exclusivamente para el rey y si queremos ser unos favorecidos, debemos guardar nuestros corazones puros para el rey.
No podemos preferir vivir una vida de pecado, una vida doble, una vida hipócrita y pretender contar con el favor del Rey.
Cuando el rey le pregunta a Ester que cuál era su petición, Ester no quiso pedir nada, solo pidió estar en la presencia del rey.
Muchos no reciben el favor de nuestro Rey celestial porque están detrás de las bendiciones y las recompensas y se olvidan de lo más importante que es pasar tiempo con el Rey.
Ester entendió que si ella contaba con el rey, no sólo tenía la mitad del reino, sino que tenía todo el reino.
Jesús enseñó lo mismo en Mateo 6:33: «Buscad el reino de Dios y su justicia y todo vendrá por añadidura.»
Si quieres ser un favorecido, no busques las bendiciones, busca al Rey.
“Cuando estaban brindando, el rey volvió a preguntarle a Ester:
Dime qué deseas, y te lo concederé. ¿Cuál es tu petición? ¡Aun cuando fuera la mitad del reino, te lo concedería!
Ester respondió: Mi deseo y petición es que, si me he ganado el favor de Su Majestad, y si le agrada cumplir mi deseo y conceder mi petición, venga mañana con Amán al banquete que les voy a ofrecer, y entonces le daré la respuesta.” Ester 5: 6-8.
¿A quiénes invitó Ester por segunda vez al banquete? Al rey y a Amán.
Pero, ¿no era Amán su enemigo que quería destruirla a ella y matar a todo su pueblo?
Sí, pero Ester quería dejarle algo claro a Aman: «A pesar de que yo tenga un enemigo, nunca voy a dejar de adorar a mi rey.»
La presencia de un enemigo no debe afectar tu relación con tu rey.
El mejor tiempo para adorar y alabar a Dios es cuando estamos pasando por problemas y nosotros debemos hacer lo mismo que hizo Ester: Sentar a nuestros enemigos en la mesa, sentar a la pobreza, sentar a la depresión, sentar a la enfermedad y decirle mira cómo alabo a mi Dios.
Tú ganas tus batallas, tú ganas el favor estando en la presencia del rey.
A la mañana siguiente, Amán había muerto, se fue para siempre y todos sus bienes y riquezas fueron para Ester y Mardoqueo.
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