Es Tiempo de Conectar, julio 23
Dios es mi Refugio
Deuteronomio 33:27
“El Dios eterno es tu refugio, y sus brazos eternos te sostienen. Él quita al enemigo de tu paso y grita:“¡Destrúyelo!.”
Día a día necesitamos recurrir a Dios en busca de protección, de fortaleza y de ayuda; Si Dios es tu refugio no tienes por qué preocuparte, Él está en control.
Esto me recuerda Isaías 32:1-2:
“He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel varón […] como refugio contra el turbión.”
¿Qué es un turbión? Es un temporal repentino de agua y viento. Viene cuando nadie lo espera, dura poco, pero produce mucho daño. Todo estaba tranquilo, pero, repentinamente llega un diagnóstico de enfermedad, una carta de despido; cuando todo marcha bien, vivimos en fe y recibimos una llamada que comunica la pérdida de un ser querido, o que algo anda mal en casa; ese es un turbión, algo que repentinamente te daña.
¿Quién está preparado para las malas noticias? ¿A quién no le duele experimentar pruebas repentinas y difíciles?
Cuando todo esto sucede ¡Dios es tu refugio! Refúgiate en la presencia de Dios hasta que pase la tormenta, cuando no podemos asimilar la realidad que vivimos, no te sientas mal, no te condenes, no juzgues, ve a tu refugio.
2 Samuel 22:3
mi Dios, mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. Él es mi refugio, mi salvador, el que me libra de la violencia.”
Salmo 27:5
“Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.”
El escondite de nuestra paz está en su presencia. A veces me siento como Jonás huyendo de Dios, huyendo de su propósito, haciendo lo que quiero y no haciendo lo que Él quiere, y luego pienso en esconderme de Dios, llego a lugares que parecen la barriga de la ballena y allí también me encuentro con Él, hablándome y recordándome: ¡Vayas donde vayas, yo seré tu refugio!
Salmos 59:16 NVI dice: “Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia.”