Es Tiempo de Conectar, marzo 23

Cuando Satanás piensa que ha ganado en nuestra vida, es cuando Dios se levanta y nos hace vencedores.

Efesios 4:26-27 “Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados, ni den cabida al diablo.”

Al diablo no le des espacio ni habitación en tu vida. No le des lugar al diablo en tu vida ni en tu familia, sino que Jesús sea Señor en todo.

Una familia adquirió una casa y el dueño sólo pidió que lo dejaran tener una silla en la casa y que pudiera visitarla de vez en cuando y ellos aceptaron. Esa pequeña permisividad les salió cara pues esa puerta abierta hizo que ese hombre ingresara una y otra vez a diversas horas de la noche e incomodar a la familia solo por haber dejado algo pequeñito en el contrato.

Así mismo, satanás busca una habitación pequeña, un pequeño espacio en tu vida. Si das lugar al diablo, lo puedes perder todo.

Daniel y sus amigos no cedieron cuando fue proclamado un edicto de inclinarse ante la estatua de oro erigida por el rey Nabucodnosor, rey de Babilonia, sabiendo muy bien que quien no lo hiciera iba a ser echado en el horno de fuego.

Ni el Señor Jesús se libró del diablo cuando Satanás en el desierto no buscaba tanto que Jesús le hiciera caso sino que le diera un lugar en su vida.

Más bien le debemos dar lugar a la fe en nuestros hogares en vez de la murmuración, darle un lugar al contentamiento en vez de la queja, y seremos fortalecidos.

Si decides darle un lugar a Jesús, Él dará sabor a tu vida.

Satanás quiere que nos llenemos de tareas y estar bien ocupados para que no pensemos en Dios sino que nos olvidemos de quienes somos.

Moisés no le dio espacio al diablo no haciéndole caso a Faraón cuando le dijo que el pueblo de Israel no se tenía que ir para ninguna parte para adorar al Señor sino que lo podían hacer en Egipto.

Ya en el desierto mientras el pueblo adoraba un becerro de oro construído por ellos, había un hombre, Moisés, que estaba en el monte orando.

¡No hagas tratos con el enemigo, manténte firme! Dios protege y bendice a aquellos que son firmes.

Cuando le cierras la puerta a la duda y a la queja y te paras firme ante la presión, DIos trae provisión y victoria como le ocurrió a Daniel y sus tres amigos; después de sobrevivir el horno de fuego, fueron honrados y promovidos.

Una vez los apóstoles fueron amenazados por la autoridades religiosas y les prohibieron seguir predicando pero se pararon firmes y lo siguieron haciendo, como resultado de su obediencia leemos que fueron llenos del Espíritu Santo.

A Jesús después de la tentación en el desierto le vino la capacidad poderosa de hacer milagros a través de su ministerio.

Nuestro anhelo es que se cumpla Apocalipsis 12:7-8, “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.”

Que no prevalezcan la duda ni el desánimo en tu vida, sino que haya un lugar para Dios pues tenemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo morando dentro de nuestro ser!

Dios siempre ha prometido estar a nuestro lado, estar a nuestro favor y cuando vino Jesús, vino como «Emmanuel» que significa «Dios con nosotros.»

Dios está por nosotros, estaba con nosotros, y ahora está EN nosotros!

Jesús dijo en Juan 14:16, “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.”

Cuando recibieron el Espíritu Santo, la Biblia declara que: “Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís” (Hechos 2:33).

Después que Jesús derramó su Sangre y ascendió al Padre, se nos concedió el derecho de que nuestros cuerpos se convirtieran en templos de ese mismo, poderoso, Espíritu Santo.

Podremos participar de lo sobrenatural, y abundante que Jesús tuvo durante Su vida aquí en la tierra.

Jesús dijo: “Yo por el Espíritu de Dios echo fuera a los demonios.” Mateo 12:28.

¡Jesús derrotó a Satanás por el Espíritu Santo!

En los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan vemos a un Jesús quien enfrentó al diablo con el Espíritu Santo y la Palabra de Dios.

¡Jesús lo hizo todo por el mismo Espíritu Santo que está en ti y en mí!

Imagínate que Él en Juan 14:12 dijo que podríamos hacer todo lo que Él hizo y aún más.

“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”

Pablo escribió 1 Corintios 3:16, “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

¡Tenemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo morando dentro de nuestro ser!

Tienes el poderoso Espíritu de Dios en tu vida para ayudarte a levantarte y ser victorioso en cada situación.

El Espíritu Santo está en nosotros y nos quiere demostrar que Satanás es un enemigo vencido.

Jesús dijo Lucas 4:18-19, “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.”