Es Tiempo de Conectar, julio 26

En Isaías 64:8
“A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano.”

Esa expresión, a pesar de todo, hace una gran diferencia, ÉL ES NUESTRO PADRE.
A pesar de mi, Él es mi Padre y conocer a Dios como nuestro Padre nos da identidad, nos marca el rumbo, nos centra en nuestro propósito.

Conozco a muchos que no pueden vivir una buena relación con Dios como Padre porque no han tenido esa revelación de Dios como su Padre.
Hay una gran verdad en que si no nos volvemos como niños no podremos entrar en su reino. Mateo 18:3.

Y cuestionamos a Dios pues cada vez que le pido a mi papá algo, se molesta y me grita; así no quiero hablar con mi papá ni pedirle nada, tampoco creo que me lo merezca, y no creo que Papá Dios me quiera bendecir, ya no quiero liderar más, mejor me voy de la Iglesia.

Para poder relacionarnos bien con Dios como Padre, la primera condición es hacer a un lado la imagen del padre terrenal. ¿Por qué? La imagen del padre terrenal distorsiona la imagen del Padre celestial.

PADRES AUSENTES – Pero Moisés se sostuvo como viendo al invisible.
PADRES DISTANTES – Son los que están muy ocupados; mas con Dios podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia.
PADRES INDIFERENTES – Los que no se preocuparon por nosotros y ni siquiera proveyeron; pero Dios nos lo dió todo.
PADRES ABUSIVOS – Golpeadores, hirientes; nosotros tenemos un padre que hasta sabe cuántos cabellos tenemos en nuestra cabeza.
Mateo 7:11

“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Nuestro Padre tiene buenas cosas para sus hijos.
Nosotros como hijos somos muy ingratos con Dios, algunas veces nos sentimos pecadores y no merecemos el amor de un Padre tan bueno.
Salmo 103:13

«Como un padre tiene compasión de sus hijos, así el Señor tiene compasión de los que le temen.»
Malaquías 4:6

«El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres…»

Si la ‘Biblia dice que volverá, es porque se había ido. Ya nuestro corazón de hijos no latía por nuestro Padre. El amor, la cercanía que antes teníamos con el Padre se ha borrado. Escucho a muchos cristianos decirle a Dios «Jehová» en vez de decirle Padre. La manera cómo nos relacionamos con Dios demuestra nuestra creencia.

Mateo 6:26
”Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”
Cuando llegamos a comprender la paternidad de Dios encontramos valor y sentido a la vida.

¿Cuál fue la razón por la que crucificaron a nuestro Señor Jesucristo? Por reconocerse como el“hijo de Dios.”
1 Juan 3:1

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.”
¿Cómo nos expresa Dios su paternidad?
El Padre te ama: te ama tanto que envió a su hijo. Ro 5:8
El Padre te da identidad: la Biblia es tu mejor espejo. Juan 1:12
El Padre te provee: se alegra al darte los anhelos de tu corazón.
El Padre te cuida: en sus brazos encontramos seguridad, es protector.
El Padre te guía: enseña y también corrige.
El Padre tiene una herencia para ti.
Romanos 8:15-17

“Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡*Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria.”