Es Tiempo de Conectar, abril 27

“Voces alegres de fiesta, las canciones del novio y de la novia, las voces de los que entran en el Templo del Señor con acciones de gracias proclamando: Dad gracias al Señor del universo, porque el Señor es bueno, porque es eterno su amor. Pues pienso cambiar la suerte del país dejándolo como al principio, dice el Señor.” Jeremías 33:11 BLP.

Dios quiere que sepas que Él va a cambiar tu suerte y la suerte de tu familia y más temprano que tarde vas a estar gritando de alegría y estarás de fiesta, y lo que antes era tristeza y depresión, se va a convertir en tu más grande testimonio.

Cuando aprendemos a darle alabanza a nuestro Dios a pesar de nuestras circunstancias, Él cambia las cosas a nuestro favor y nos saca del hoyo más profundo como lo hizo con el patriarca José.

Cuando Pablo y Silas estaban encerrados en la cárcel y en vez de quejarse comenzaron a alabar a Dios, esa alabanza hizo que las puertas se abrieran.

¿Por qué les ocurrió esto? Porque la alabanza a nuestro Dios a pesar de las circunstancias, hace que toda situación negativa sea cambiada.

Joel 2:25 dice, “El Señor te dice: te devolveré todo.”

La restauración total vendrá a tu vida cuando dejes de quejarte y comiences a agradecer a Dios por todo su favor con tu vida.

Salmo 103,, “Bendice alma mía al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios.”

Despierta cada mañana agradeciendo a Dios por un día más de vida pues el agradecimiento es la actitud de una vida productiva.

En todo momento da gracias porque Dios está cambiando tu suerte. Puede que las cosas no siempre salgan a tu manera, pero no te desalientes, sigue adelante porque tu Dios no te dejará hasta que te haga grande.

Dios va a cambiar esas finanzas que están yendo mal.
Dios va a cambiar ese proyecto con el que estás batallando.
Dios va a cambiar esa situación legal a favor tuyo.
Dios va a cambiar esa enfermedad en salud.
Dios va a cambiar esas negativas en puertas abiertas.

Comienza a pedir cosas difíciles porque para nuestro Dios no hay imposibles y nunca olvides el amor incondicional de Dios.

Su deseo es que triunfes cada día, que seas más que vencedor, que resultes victorioso y que seas un campeón en todas las metas que tengas en frente.

En la presencia de Dios cambiamos nosotros y cambian nuestras circunstancias.

2 Corintios 3:18, “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”

Mantén tus ojos en Dios y Él te ayudará a estar firme frente a cualquier obstáculo. Cuando te mantienes enfocado en Él, todo cambia y ¡Somos transformados!

Comenzaremos a vivir como el Patriarce José, aquel que halló favor incluso en las épocas más difíciles. ¡Tendrás ese favor, como algo innegable sobre tu vida!

José tenía el favor de su Padre pues a pesar de ser vendido como esclavo, halló favor a los ojos de Potifar. Lo echaron en la prisión injustamente pero incluso en la prisión halló favor y con el tiempo, el favor lo llevó a ser el segundo al mando en el reino de Egipto.

José no necesitó el favor de sus hermanos porque tenía el de Su Padre.
José no necesitó el favor de los demás sirvientes porque tenía el de Potifar.
José no necesitó el favor de los demás prisioneros sino del que mandaba en la prisión.

Tú no necesitas ganarte el favor de la gente, si tienes el favor de Dios sobre tu vida, ¡es más que suficiente! Porque si lo tienes a Él, lo tienes todo.

Hoy pídele a tu Dios: “¡Concédeme tu favor, libéralo sobre mi vida!”

Favor viene de la palabra hebrea “kjen” que significa “gracia, aceptación y buena voluntad.”

Dios puede y va a proveer favor sobre ti sin importar cuán desfavorables sean tus circunstancias.

Génesis 39:2 NTV, “El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.”

¡El Señor estaba con José! Eso ya es ser favorecido por Dios.

Si Dios está contigo, por más que te encuentres en un lugar difícil o en una circunstancia muy adversa, siempre habrá un propósito suyo para llevarte al palacio, al lugar que te corresponde.

Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, compártela con otros y suscríbete al canal. Dios te bendiga!