Devocional diario agosto 30
Conquistador de su presencia
«Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.» Éxodo 33:11
Dios puede hablarnos por medio de grandes siervos como Moisés, pero para Josué la comunión con Dios no tenía que ser grupal sino individual.
Todos se iban, salían y entraban de la presencia de Dios pero Josué nunca se apartaba, Él estaba allí disfrutando de la presencia de Dios.
Dios quiere de nosotros una búsqueda perseverante por su presencia, que lo logremos conquistar con nuestras oraciones, con nuestro amor y que estemos dispuestos a pagar el precio que sea con tal de estar con Él. Alguien que no se conforme sólo con recibir aquello que le dan, sino que busque más de Dios y nunca apartarnos de su presencia.
Josué supo ser el conquistador de la presencia de Dios porque mientras algunos dormían o trabajaban, «él nunca se apartaba del tabernáculo de la presencia de Dios.”
Éxodo 33:7
«Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento»
Por más difíciles que se pusieran las cosas para que buscara a Dios, pues el tabernáculo ya se encontraba afuera, a cierta distancia, él de todas maneras iba a estar en la presencia de Dios.
Algunos simplemente se cansan y dicen, «no me queda tiempo para orar, tengo demasiados problemas por atender, el trabajo me abruma, el teléfono celular que uso para escuchar los devocionales no está en buen estado, cuando tenga tiempo lo separo para orar, etc, etc, miles de excusas, pero te pregunto, ¿Para cuándo lo vas a dejar?
Isaías 58:12
«Tu pueblo reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos de antaño; serás llamado “reparador de muros derruidos”,“ restaurador de calles transitables.”
En tiempos de Moisés hubo una generación rebelde que no se atrevió a creerle a Dios y terminó muriendo en el desierto y Dios tuvo que levantar una nueva generación que se atreviera a conquistar. Y Dios levantó a un hombre llamado Josué no sólo como el sucesor de Moisés sino como el líder de esta nueva generación conquistadora.
Josué pudo conquistar la presencia de Dios porque no se apartaba, si te apartas y permites que tu lámpara se apague, entonces vuelve a encenderla.
Apaga el televisor, las redes sociales y junto con tus seres queridos separa tiempo para orar y leer las Escrituras, busca recibir dirección de Dios para tí y tu familia.
Dios quiere llevarte a la conquista de tus promesas, que las poseas y las disfrutes.
Un conquistador es una persona espiritual, que ora e intercede, que sabe adorar y deleitarse en la presencia de Dios, que se deja guiar por su voz. Si lo haces así ¡Dios te dará la victoria!
Debemos entender que la conquista primero se gana en oración y la posición de guerra y de victoria del cristiano es de rodillas. La oración invita al poder de Dios a actuar en tu vida; cuando tú empiezas a orar, la mano de Dios se empieza a mover a tu favor. En el momento que comienzas a orar comienza la derrota del enemigo, en el momento que empiezas a orar, él empieza a retroceder y tu empiezas a avanzar.
Dios busca hombres y mujeres conquistadores en el reino de Él, personas que lo amen y que tengan una comunión estrecha con Él.
Josué estuvo dispuesto a entregarse como siervo de Dios y Dios restauró su familia.
Josué 24:14-15
«Por lo tanto, teme al Señor y sírvelo con todo el corazón. Echa fuera para siempre los ídolos que tus antepasados adoraron cuando vivían del otro lado del río Éufrates y en Egipto. Sirve sólo al Señor. Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.»
Muchos israelitas después de la conquista de la tierra prometida, regresaron a sus viejos hábitos de adorar otros ídolos y otros dioses, pero Josué se mantuvo radical. Josué exhortó al pueblo a seguir a Dios en santidad y me encanta su actitud, ustedes deben decidir entre seguir a Dios o los ídolos pero en lo que respecta a mi, YO Y MI CASA SERVIREMOS AL SEÑOR!
Hay cinco promesas que Dios le dio a Josué como resultado de conquistar su presencia y depender totalmente de Él.
Josué 1:5
”…estaré contigo, no te dejaré, ni te desampararé.” Dios le prometió protección, «yo estaré contigo en todo tiempo.”
Josué 1:8
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.”
Dios le prometió prosperidad. Cuando dependemos de Él, Él hace prosperar nuestro camino y todo nos sale bien. Dios nos promete que siempre obtendremos mejores resultados cuando aprendemos a confiar en El.
Josué 1:9
“…Porque Jehová estará contigo donde quiera que vayas.” Dios le prometió Su Presencia.
Aquel que confía en Dios aún en los momentos difíciles, podrá sentir Su Presencia y descansar en ella.
Josué 10:12-14
«Ese día en que el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo al Señor en presencia de todo el pueblo:«Sol, detente en Gabaón, luna, párate sobre Ayalón.» El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios. Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en el cenit y no se movió de allí por casi un día entero. Nunca antes ni después ha habido un día como aquél; fue el día en que el Señor obedeció la orden de un ser humano. ¡No cabe duda de que el Señor estaba peleando por Israel!.»
Josué caminó en lo sobrenatural, hoy Dios va a romper todo límite en tu vida, y vas a salir de este lugar rumbo a tu conquista!
Para terminar, ora conmigo:
Señor hazme una persona de oración, alguien que te ame y te busque diariamente. Quiero conocerte más y que se cumpla toda tu voluntad en mi vida.