Devocional diario enero 17
La oración llave del cielo
La oración es la llave del cielo. Imagina un cuarto lleno de tesoros y cosas hermosas, ¿acaso no buscarías la
llave para abrirlo?
La oración abre el cofre del tesoro que contiene las grandes ideas de Dios pero a veces estamos tan
ocupados en nuestras cosas que olvidamos que lo más importante del día es hablar con Dios y así, poco a
poco comenzamos a dejar de lado este tiempo maravilloso y comenzamos a vivir bajo experiencias pero
no bajo una relación.
¿Hace cuánto que no conversas con Dios de una manera transparente y espontánea en la cual no vas a
pedirle cosas sino solo vas a conversar?
Hay mucha gente que va buscando soluciones a sus problemas: busca cómo crecer, cómo obtener la
prosperidad, cómo hallar la persona ideal, cómo tener el respaldo de Dios pero no oran y comienzan a
tomar estrategias y caminos erróneos que, en vez de llevarlos al éxito lo frustran y hacen que las cosas les
salga mal. Yo les digo cada vez que tomen un camino sin haberle consultado a Dios primero y estar
seguros de su respuesta, habrá un gran porcentaje de cosas que no saldrán bien.
OJO! Que hablo de consultarle, no de informarle.
Yo no hablo de la oración como un monólogo sino como un diálogo, nadie de Uds. se aburre cuando
conversa con su mejor amigo, al contrario se le pasan las horas volando, pues así debe ocurrir cuando uno
pasa tiempos de oración con Dios, es contarles tus cosas, no poner poses con El, ser solo tú y, nada mas.
La oración es como tu jardín, lo tienes que regar todos los días sino las flores se secan y pierde su belleza,
de ese jardín es de donde tú sacas los frutos. De tu tiempo de oración es donde sacas la bendición, la
prosperidad, la paz, etc.
Comprométete con la oración
Daniel 6:7-11
“Todos los gobernadores, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes del reino han
acordado por unanimidad pedir a Su Majestad que promulgue un edicto real, y que lo confirme, ordenando
que cualquiera que en los treinta días siguientes demande el favor de cualquier dios o persona que no sea Su
Majestad, sea arrojado al foso de los leones. Tenga a bien Su Majestad confirmar este edicto, y firmarlo, para
que conforme a la ley de Media y de Persia, no pueda ser revocado»
El rey firmó el edicto y la prohibición. Y cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su
casa, abrió las ventanas de su alcoba que daban hacia Jerusalén, y tres veces al día se arrodillaba y oraba a
su Dios, dándole gracias como acostumbraba hacerlo. Pero aquellos hombres se juntaron y hallaron a
Daniel orando y rogando en presencia de su Dios”
El compromiso de Daniel era tal, que no le importaba poner su vida en peligro. Su estilo de oración lo llevó
a ser un hombre comprometido con sus convicciones.
El ser comprometido te va a llevar a ser una persona fiel, que va a estar ahí en las buenas y en las malas
pues cuando te comprometes con la oración eres una persona perseverante, no te vas a rendir ni a la
primera ni a la última sino que te mantendrás ahí al pie del cañón, como lo estuvo Daniel, porque si Dios
no te saca de los leones, te hace descansar con ellos.
La oración nos da visión
Génesis. 15:1-6
“Después de estos sucesos, la palabra del Señor vino a Abran en una visión. Le dijo: «No
temas, Abran. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy grande». Abran respondió: «Mi Señor y Dios, ¿qué
puedes darme, si no tengo hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?»También dijo Abran:
«Mira que no me has dado descendencia. Mi heredero será un esclavo nacido en mi casa.» Pero vino a él
palabra del Señor, y le dijo: «Tu heredero no será éste, sino tu propio hijo.» Entonces lo llevó afuera, y allí le
dijo: «Fíjate ahora en los cielos, y cuenta las estrellas, si es que las puedes contar. ¡Así será tu descendencia! Y
Abran creyó al Señor, y eso le fue contado por justicia”
Abraham primero estaba en su tienda hablando con Dios y fue ahí de donde Dios lo sacó y le dio la visión y
él tuvo fe. Abraham vio a su descendencia cuando todavía no tenía ni un hijo y que fuera considerado
amigo de Dios, y que le consultará las cosas, fue lo que lo llevó a ser el padre de la fe. Uno nunca podrá ser
un padre de multitudes si primero no es amigo de Dios.
La visión es lo que nos va a llevar a tener fe aun en los momentos más difíciles.
Cuando uno tiene visión confiesa las cosas que no son como si ya fueron.
La oración nos quita el temor
Jueces 6:11-14
”Entonces el ángel del Señor vino a Ofrá y se sentó debajo de una encina, que era propiedad
de Joás el abiezerita. En ese momento Gedeón, el hijo de Joás, estaba en el lagar, sacudiendo el trigo para
esconderlo de los madianitas. Y el ángel del Señor se le apareció y le dijo:«El Señor está contigo, porque eres
un hombre valiente y aguerrido.» Y Gedeón le respondió: «Señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿cómo es
que nos ha sobrevenido todo este mal? ¿Dónde están las maravillas que nuestros padres nos contaron,
cuando nos decían que el Señor los había sacado de Egipto? ¡Pero ahora resulta que el Señor nos ha
desamparado, y que nos ha entregado en manos de los madianitas!»
El Señor lo miró fijamente, y le dijo: «Con esa misma fuerza que demuestras, vas a salvar a Israel del poder de
los madianitas. ¿Acaso no soy yo quien te está enviando?»
Jueces 7:17-18
“Y les dijo:«Mírenme, y hagan lo que voy a hacer cuando llegue al extremo del
campamento. Cuando yo toque la trompeta, junto con los que me acompañan, también ustedes tocarán las
suyas alrededor del campamento, y gritarán: “¡Por el Señor y por Gedeón!”
El pasar tiempo con Dios y abrirle su corazón llevó a Gedeón a ser ese hombre valiente y guerrero.
Uno no va a poder dejar el temor hasta que no le abra su corazón a Dios y deje que Él sane esa área y
coloque de Su fuerza en uno. El temor no es la posición correcta para mirar nuestro futuro. Nunca dejes
que el temor te descalifique, conversa con Dios y escucha lo que Él piensa de ti.
Dios quiere hacer de cada uno de nosotros un guerrero como lo hizo con Gedeón, pero tenemos que
darnos cuenta de qué temores tenemos y sacarlos de nosotros. El ser personas decididas nos va a hacer
tomar desafíos que antes no habíamos tomado, a asumir retos que antes nos daban miedo.
La oración te guía a vivir bajo la voluntad de Dios
Génesis 39: 5-12
“Por causa de José, el Señor bendijo la casa del egipcio Potifar a partir del momento en
que puso a José a cargo de su casa y de todos sus bienes. La bendición del Señor se extendió sobre todo lo que
tenía el egipcio, tanto en la casa como en el campo. Por esto Potifar dejó todo a cargo de José, y tan sólo se
preocupaba por lo que tenía que comer. José tenía muy buen físico y era muy atractivo. Después de algún
tiempo, la esposa de su patrón empezó a echarle el ojo y le propuso: —Acuéstate conmigo. Pero José no
quiso saber nada, sino que le contestó: Mire, señora: mi patrón ya no tiene que preocuparse de nada en la
casa, porque todo me lo ha confiado a mí. En esta casa no hay nadie más importante que yo. Mi patrón no me
ha negado nada, excepto meterme con usted, que es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer tal maldad y pecar
así contra Dios? Y por más que ella lo acosaba día tras día para que se acostara con ella y le hiciera compañía,
José se mantuvo firme en su rechazo. Un día, en un momento en que todo el personal de servicio se
encontraba ausente, José entró en la casa para cumplir con sus responsabilidades. Entonces la mujer de
Potifar lo agarró del manto y le rogó: «¡Acuéstate conmigo!» … Pero José, dejando el manto en manos de ella,
salió corriendo de la casa»
José no cayó en la tentación porque él era un hombre que conversaba con Dios, Dios le revelaba sueños de
otros a José porque él era sensible a su voz. La persona que pone a Dios primero, hallará que Dios está con
ella hasta el final.
“En todo lo que hagas, pon a Dios en primer lugar, y él te guía, y coronará de éxito tus esfuerzos”Proverbios
3:6 NBD
Cuando uno se mantiene en contacto con Dios, vive en santidad, y sabe cuando algo viene o no viene de
Dios y aprende a vivir bajo su voluntad.