Devocional diario enero 29

Mi confianza está puesta en Dios

2 Reyes 18:5

“Ezequías puso su confianza en el Señor, Dios de Israel. No hubo otro como él entre todos los
reyes de Judá, ni antes ni después”
Si quieres marcar la diferencia y ser conocido como un hombre o una mujer de Dios, pon tu confianza sólo
en ÉL.
¡Cuánto nos cuesta entregarle las riendas de nuestra vida a Dios! precisamente porque pensamos que es
«nuestra» vida. Dejemos de confiar en nosotros mismos o en nuestra sabiduría, la vida es un regalo de
Dios y tenemos que vivirla para Él.
Había una persona queriendo pasar el Niágara en bicicleta sobre un cable. Cuando iba a medio camino, la
gente le anima y al final, llega al otro lado. Hasta que llegó alguien a entrevistarlo, le toman fotos y le
dicen: “suba a alguien con usted” una niña se anima a subir con él, y ciclista cumple su meta, vuelven los
reporteros, entrevistan a la niña y le preguntan ¿porqué te subiste? Ella respondió porque “es mi padre y
confío en él”
En el camino de la vida necesitamos subirnos a esa bicicleta y entregarle a Dios el timón de nuestras vidas.
¿Confías en tu Padre con la fe de un niño?

Isaías 12.2 (NTV)

«Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El Señor Dios es mi
fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria».
Confiar es distinto que creer, cuando confiamos dentro de nosotros hay una convicción profunda como la
de la niña que tenía la certeza que no le sucedería nada malo porque su papá la haría llegar al otro lado. No dejes morir tu confianza en Dios como la de un niño, la confianza en Dios te dará fuerza, te hará cantar en
medio de los problemas y tendrás una victoria que contar.

Josué 6.1-5 NBD

«Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas por temor a los israelitas; nadie podía
salir o entrar. Pero el Señor le dijo a Josué: «¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros!
Tú y tus soldados marcharán una vez alrededor de la ciudad; así lo harán durante seis días. Siete sacerdotes
llevarán trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharán frente al arca. El séptimo día ustedes
marcharán siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas. Cuando todos
escuchen el toque de guerra, el pueblo deberá gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se
derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento.»
Cuando Dios te llame a una tarea que no parezca razonable, tienes dos opciones: obedecerle a pesar que
no entiendes lo que pasará después, o temer y tratar de encontrar otra salida.
Josué escogió la primera opción. Porque confiaba en el Señor, ignoró toda su experiencia militar y adoptó
el extraño plan de batalla de Dios. Sabía que si hasta allí Dios lo había ayudado, su confianza podía estar
en los brazos de su Padre Celestial. No pretendas respuestas para una oración sin confianza porque Dios
responde a nuestra fe y no al temor. A veces, la obediencia es una lucha. En ese momento, tu mente piensa
en todas las razones por las que la lógica grita no y la fe dice cree a ciegas. El miedo te domina mientras
que tu voluntad lucha por obedecer, la obediencia es siempre la mejor opción, porque el Señor es fiel y
sabio.
Confía que Dios no te va a fallar: Isaías 25:9 NBD “En aquel día se dirá: «¡Sí, éste es nuestro Dios; en él
confiamos, y él nos salvó!¡Éste es el Señor, en él hemos confiado; regocijémonos y alegrémonos en su
salvación!»
Cuando tu confías en Dios ¡Él te salva!
Cuando tu confías en Dios ¡Él se convierte en tu alegría!
Dios te dice: CADA VEZ QUE CONFIRMAS TU CONFIANZA EN MÍ es como si hicieras un depósito en la cuenta
que tienes conmigo. Es como ir formando un capital para los días de dificultades. Yo guardo en mi corazón toda la confianza depositada en mí y siempre con interés compuesto. Mientras más confías en mí, más te
capacito para que lo hagas.

2 Corintios 3:12 NVI

“Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza”
Una persona sin esperanza vive desconfiada de todo y de todos pero una persona que tiene esperanza
actúa con confianza en la vida.
La esperanza es el ancla de nuestras vidas si perdemos la esperanza nuestra vida va ir sin rumbo ni
dirección.
Tu nivel de confianza en Dios, determina el nivel de milagros que verás en tu vida. Confía en Dios, Él no te dejará a tu suerte, estará contigo, cuando pases por el fuego, cuando tengas pruebas que enfrentar, pero
confía que no te quemarás, tu saldrás bien parado de cada problema.
«Ninguna arma forjada contra ti prosperará…» Isaías 54:17 Dios nunca prometió que las armas nunca se forjarían en contra de nosotros; pero ninguno de sus cabellos será tocado porque nos encontramos en la palma de Su mano.
David dijo: «Jehová es mi luz y mi salvación; ¿De quien temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quien he de atemorizarme?» Salmo 27:1 Cuando enfrentamos problemas y aflicciones, si nuestro corazón está
establecido en la confianza en Dios no será movido.

Salmo 112:1, 6-8

» ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Dichoso el que teme al Señor, el que halla gran deleite
en sus mandamientos. El justo será siempre recordado; ciertamente nunca fracasará. No temerá recibir
malas noticias; su corazón estará firme, confiado en el Señor. Su corazón estará seguro, no tendrá temor, y al
final verá derrotados a sus adversarios”
Así que cuando abras tu diagnostico, no tendrás temor de malas noticias.
Cuando llegue una carta de divorcio, tu corazón estará confiado en Dios.
Repite conmigo: “Yo confió en Dios”