Cuando la era del hielo llega a tu corazón

Devocional diario febrero 27

Cuando la era del hielo llega a tu corazón

Algo está pasando con los cristianos alrededor del mundo, no son solo las guerras ni la hambruna sino que hay otra señal que está alarmando mi vida. Por eso, decidí escribir estas líneas le duela a quién le duela… 

¿Qué nos dice la Biblia de estos tiempos?
“… Abundará el pecado por todas partes y el amor de muchos se enfriará” Mateo 24:12 NTV

Esto ya lo estamos viviendo, gente que a lo bueno le dice malo y a lo malo bueno… Lo peor de esto es que son cristianos los que no viven lo que profesan. 

¿Eres tú uno de los que ha permitido que su amor por Dios se congele? ¿Ya no amas a Dios cada día más?
No digo que no lo ames pero respóndeme con una mano en el corazón, ¿qué ha pasado? ¿En qué momento te enfriaste? 

Muchos de nosotros ya no somos los de antes, ya no tenemos la misma comunión con Dios, hemos perdido la relación de amor que nos unía a Él, ese deseo que ardía por estar más tiempo en Su presencia.
Es como si la «era del hielo» hubiera llegado a nuestro corazón… 

No sentimos nada cuando se predica su Palabra, nos hemos vuelto insensibles, volvemos a fallarle, andamos de mal humor, con ataques de depresión, dejamos de ver a Dios en la foto de nuestra vida…
Simplemente parece que lo perdimos de vista. Me duele en el corazón ver a amigos – personas que amo – deprimidas, dejándose al abandono, no haciendo nada por salir adelante, no comen porque estándeprimidos, prefieren dormir todo el día y ya no buscan más de  Dios. Van a la iglesia pero solo por inercia o a petición de sus líderes o pastores. ¡Tú no eras así! No se suponía que llevaras una vida mediocre espiritual ni que fueras un zombie.

Te escribo a ti, que sé que estás pasando por batallas que te cuesta ganar… Te escribo a ti, que sé que estás luchando por dejar pecados, que ya no soportas vivir más así… Por eso, me atrevo a decirte que no estás solo pues Dios es tu compañía.

Mis batallas más grandes, amigos, las he ganado de rodillas y es que hay situaciones en nuestras vida, que requieren que nos arrodillemos delante de Dios. Arrodillarse es cuando le dices: “¡Yo me rindo, no puedo solo, quiero que seas tú! Todo lo que tengo y todo lo soy te  pertenece”.

¡Vamos, adoremos de rodillas a nuestro Dios y creador! Pertenecemos a Dios, nosotros somos su pueblo. Él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño; ¡estamos bajo su cuidado si hoy escuchamos su voz! Salmos 95:6-7 LENGUAJE ACTUAL
No te levantes del piso hasta que no sientas que tu corazón se ha calentado junto al suyo, hasta que vuelvas a ser el hombre o la mujer que amaba a Dios, que puedas escuchar Su voz… que seas esa «ovejita lanuda», la que el Pastor acaricia… a la que le importaba más lo que Él piense que lo que la gente diga…
“Aún cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento” Salmo 23:4 NTV
¿Estás pasando por esos momentos oscuros en tu vida, momentos de soledad y tristeza, momentos de mucho dolor? Vamos, no lo olvides, Dios siempre está a tu lado. Y solo por esa razón, quiero que sepas que Él permite experiencias en tu vida para enseñarte muchas cosas y sobre todo, para que aprendas. A veces nos damos contra la pared; otras, la cruzamos pero recuerda que Dios te ayuda en todo momento… solo si tú se lo permites.
En medio de la enfermedad, Él es quién vela junto a ti como tu médico de cabecera. Cuando tienes problemas legales, Dios promete ser tu abogado. Lamentaciones 3:58, 1 Juan 2:1. Cuando no tenemos dinero ni trabajo, Él es quién provee para nosotros el pan de cada día.
 Dios te conoce… Antes que le vayas a pedir algo ya sabe cuál es tu pensamiento. Entrégate a Él, saca el hielo de tu corazón y te llevará a lugares que jamás pensaste alcanzar.