Cara a Cara frente a Dios

Devocional diario marzo 21

Cara a Cara frente a Dios

Deuteronomio 5:4

“Desde el fuego el Señor les habló cara a cara en la montaña».

En la vida de Moisés, él nunca estuvo satisfecho con sus experiencias del pasado, siempre quiso más y más de Dios. Él clamaba porque sabía que Dios tenía más para Él. 

El gran enemigo del avivamiento es cuando pensamos que ya hemos alcanzado lo “suficiente”. Por tanto, no te conformes, busca el tener un encuentro cara a cara con Él. Moisés siempre fue osado en pedir y le dijo: «Te ruego que me muestres tu gloria». Nunca nadie había
pedido algo tan grande como esa petición. La fe de Moisés hizo que Dios se levantara a obrar a su favor, es una fe llena de osadía. La oración invita al poder de Dios a actuar en tu vida pues cuando empiezas a orar la mano de Dios se empieza a mover a tu favor. En el momento que comienzas a orar empieza la derrota del enemigo, en el momento que empiezas a orar, él empieza a retroceder y tú empiezas a avanzar. Muchas veces queremos que Dios nos hable, pero no estamos dispuestos a poner en práctica eso que nos dijo.

¿Cuándo fue la última vez que te habló? ¿Obedeciste a lo que te dijo? Entonces para qué queremos que siga hablando sino haremos caso de lo que nos dice. Cuando escuchamos la voz de Dios hay que ponerle cuidado y atenderla, cuando confías en la dirección del Espíritu Santo, no vas a fracasar. Cuando nos comprometemos a hablarle, Él se compromete en escucharnos.

Éxodo 23:20

«Date cuenta, Israel, que yo envío mi ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te lleve al lugar que te he preparado»

Moisés sabía que no era suficiente que Dios enviara su ángel, lo que necesitamos es que Él vaya con nosotros. No te des por vencido, persiste en oración hasta que Su presencia te cubra y vayas rumbo al lugar que Dios ha preparado para ti. No vayamos a ningún lugar sin contar que la presencia de Dios irá con nosotros: «Si tu gloria no va conmigo, no me saques de este lugar».

Dios envía su ángel para que te guarde. Tienes que presentarte ante personas de autoridad y estás nervioso, pero Dios te dice que te introducirá al lugar que ya ha preparado para ti, no temas. Hay un muro de protección sobre tu vida, que cuando estás en Su presencia, tus sueños que están muertos van a resucitar, tendrás la confianza que vas a ganar cada una de tus bendiciones. Dejarás de ser un observador distante de la gloria de Dios y serás protagonista, la gente hablará de ti y de las cosas buenas que Dios ha hecho contigo. No importa tu pasado, sino con quién te encuentras todos los días cara a cara. 

Moisés acababa de estar 40 días en la presencia de Dios antes de pedir que le revelara su gloria. Nosotros provocamos a Dios cuando nos convertimos en buscadores de Él.

Isaías 55:6

«Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano».

Habrá un momento en la tierra en el que ya no lo sentiremos tan cerca, es allí donde tenemos que buscarlo para encontrarnos cara a cara con Su gloria.

Éxodo 33:19-23

«Y el Señor le respondió: —Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo. Pero debo aclararte que no podrás ver mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida. Cerca de mí hay un lugar sobre una roca —añadió el Señor—. Puedes quedarte allí. Cuando yo pase en todo mi esplendor, te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano, hasta que haya pasado. Luego, retiraré la mano y podrás verme la espalda. Pero mi rostro no lo verás».

Dios te dice eso: "HARÉ PASAR MI BIEN delante de ti.

Te daré pruebas de mi bondad.
Te daré a conocer mi nombre. Es decir, ¡lo que has visto hasta ahora no es nada!»

Se viene más bendición, mucha más bondad de Dios porque cuando lo encontramos estamos frente a un Dios de imposibles cosas imposibles comienzan a suceder. Tu rostro verá las bendiciones que obtendrás por estar en Su presencia.

Tendré misericordia... MI ROSTRO BRILLA SOBRE TI,

radiando esa paz que nadie puede comprender. Te rodea un mar de problemas, pero Yo soy tu paz y puedes mirarme cara a cara. Mientras lo hagas, estarás seguro. Si te detienes demasiado tiempo a considerar tus problemas, te vas a hundir bajo el peso de esa carga. Pero si sientes que estás anegándote, solo di: «¡Ayúdame, Jesús! yo te alzaré».

Mientras más cerca vivas de mí, más seguro estarás. Las circunstancias que te rodean van y vienen y a la distancia podrán verse olas traicioneras. Fija tus ojos en mí, que nunca cambio. Para cuando las olas te alcancen, ya se habrán reducido al tamaño de mis designios. Siempre estoy a tu lado ayudándote a enfrentarte a las olas del día de hoy.

Éxodo 33:12-17

“Moisés le dijo al Señor: —Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que soy tu amigo y que cuento con tu favor. Pues si realmente es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo. —Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor. —O vas con
todos nosotros —replicó Moisés—, o mejor no nos hagas salir de aquí. Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra? —Está bien, haré lo que me pides —le dijo el Señor a Moisés—, pues cuentas con mi favor y te considero mi amigo».

Que la presencia de Dios vaya con nosotros es nuestro mayor respaldo. Gracias por contar con tu favor y por ofrecernos tu amistad.