Devocional diario noviembre 11
Fortalécete en Dios
Apocalipsis 3:7-10 «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.»
Quiero motivarte hoy a que vuelvas a aceptar tu destino, a que renueves tu fuerza, que cobres un nuevo aliento y te renueves con la fidelidad de Dios pues ésta hará que vuelvas a emprender la carrera que ya comenzaste.
2 Tesalonicenses 3:3 NTV «Pero el Señor es fiel; él los fortalecerá y los protegerá del maligno.»
El Señor a través de Su fidelidad nos fortalecerá y nos protegerá.
Ser fiel es ser alguien constante, permanente, comprometido y pienso que siendo el amor la característica que distingue a Dios, la fidelidad es otra de sus más importantes pues pase lo que pase, Él se mantiene ahí, al lado nuestro, firme, y esa fidelidad nos provee de dos cosas que necesitamos en todo momento y más aún en tiempos difíciles:
La fidelidad de Dios nos fortalece: Si necesitas nuevas fuerzas, un nuevo aliento, nuevas ganas, pues aférrate a su fidelidad.
La fidelidad de Dios nos protege: Si sientes que alguien o algo te está atacando, ten paz y tranquilízate porque El no va a dejar de protegerte y cuidarte.
¿Por qué le tienes miedo a enfermarte, a que el dinero se acabe, a estar sola?
No te preocupes pues Él te va a proteger y nada, absolutamente NADA malo te va a pasar.
¿Por qué te preocupas? Si Dios en el pasado no te abandonó, por qué habría de fallarte ahora, Él no ha cambiado, Él sigue estando con nosotros todos los días.
Corre a Dios a diario, a su presencia, fortalece tu vida meditando, orando, sirviendo..
Éxodo 33:13-17 NVI
«Pues si realmente es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo. Yo mismo iré contigo y te daré descanso, respondió el Señor.
O vas con todos nosotros, replicó Moisés, o mejor no nos hagas salir de aquí.”
Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber que somos tu pueblo?
¿Hace cuanto tus entrañas no se conmueven por estar y disfrutar de la presencia de Dios?
¿Quieres ser su amigo, contar con su favor?
¡Corre a su presencia!
Tu vida debería estar llena de sonidos del cielo, ten tu propia historia con Dios.
Lucha con todas tus fuerzas.
2 Corintios 4:17 (NTV) «Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!”
Las dificultades que experimentamos son pequeñas y momentáneas; la situación que estás atravesando no va a durar para siempre., te lo garantizo.
Las estaciones son siempre temporales. La crisis es una estación, los problemas son una estación, pero esas dificultades van a producir en ti algo que nunca has visto.
Recuerda que Dios puede hacer cualquier cosa, pero sólo hace lo que declaras, así que tengamos mucho cuidado con lo que marquemos en nuestra vida porque esta estación es temporal. Te animo a que cayes esas voces y a que domines esos sentimientos.
Cuando se te acaben las palabras, adora a tu Dios.
Las luchas nunca van a parar y las dificultades tampoco, pero no te van a matar así no te lamentes tanto, levántate firme como buen soldado de Jesucristo y sigue dando la pelea. No hay peor lucha que la que no se hace, no vayas derrotado. Piensa que esto va a ser pequeño y momentáneo. Dios está de tu parte. ¡Estás agarrado de la mano de Papá!
3. Confía en que Dios cumplirá su Palabra.
Isaías 42:1-4
«Éste es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu, y llevará justicia a las naciones. No clamará, ni gritará, ni alzará su voz por las calles. No acabará de romper la caña quebrada, ni apagará la mecha que apenas arde.
Con fidelidad hará justicia; no vacilará ni se desanimará hasta implantar la justicia en la tierra. Las costas lejanas esperan su enseñanza.»
Tú eres ese siervo a quién hombres y mujeres del mundo esperan que les enseñes.
El pueblo de Israel esperó cuarenta años, David quince, Jacob esperó por Raquel catorce, Jesús esperó tres años para cumplir su sueño de morir por nosotros.
¿Qué fue lo que los hizo esperar fielmente?
La confianza en que Dios cumpliría su Palabra.
Eres un héroe del reino de los cielos, has peleado batallas, has seguido corriendo la carrera, así que ahora no te dé por tirar la toalla, no dejes las cosas inconclusas, continúa y confía porque Dios cumplirá su promesa, si o si.
Salmos 119:65 «Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra.»
Todo lo que necesitas es a Dios, Él tiene que ser tu principio y tu final.
Mateo 11:28 NTV «Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.»
¡La fuente de tu fortaleza está en Dios, en ningún otro!