Es Tiempo de Conectar, abril 20
La Gloria de Dios
Jesús nos dijo en Juan 16:14 “Me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí.”
¿Quién trae la gloria? El Espíritu Santo, pues la gloria de Dios es un regalo para nosotros.
La gloria de Dios es la esencia de todo lo que Él es. La gloria de Dios es infinita, sin medida y sin restricciones, va más allá de la imaginación humana. Nuestro pecado nos aleja de la gloria de Dios, no podremos experimentar todo lo bello de Su presencia si tenemos pecado en nuestras vidas, si tenemos «cuentas pendientes» o «deudas qué saldar.»
Romanos 3:23 “Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios.”
Elegimos la gloria de Dios o elegimos ser destituidos, exiliados de Su presencia lo cual significa no llegar a la meta que Dios desde el principio estableció para nosotros.
Dios quiere que seamos restaurados en Su Gloria, en Su misma presencia.
Hebreos 2:10 “Dios —para quién y por medio de quien todo fue hecho— eligió llevar a muchos hijos a la gloria. Convenía a Dios que, mediante el sufrimiento, hiciera a Jesús un líder perfecto, apto para llevarlos a la salvación.”
Somos reconciliados con Dios por medio de Jesús y somos portadores de la presencia de Dios por Su Espíritu que mora en nosotros. Donde quiera que vayamos, llevamos un «Edén Portátil».
Fuimos creados para experimentar la gloria de Dios y que esa gloria glorifique a Jesús.
¿De qué otra manera glorificamos a Dios?
Juan 15:8 «Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.»
Para poder llevar fruto, primero necesitamos estar injertados en la vid, mejor dicho, tenemos que estar más conectados con Jesús y tiene que ser una conexión total.
La gloria de Dios es la manifestación visible y tangible del total de Su presencia manifestado en forma de nube y conocida como la Gloria Shekina que significa aquél que habita.
La Gloria de Dios es la atmósfera espiritual del cielo, tal como el oxígeno es la atmósfera física de la tierra.
La gloria de Dios es la presencia manifiesta de Dios. Cuando entramos en Su gloria recibimos Su amor, Su paz, Su gracia… Nos llenamos de fe, de Su poder y conocemos Su voluntad y propósito para nuestras vidas… Para nosotros los cristianos es imprescindible vivir en la Gloria de Dios.
La Biblia dice en Juan 15, “separados de mí, nada pueden hacer.”
Separados de la gloria de Dios y de la presencia de Dios, un cristiano no puede hacer nada, se vuelve inofensivo. Para poder caminar en nuestro llamado y vivir vidas victoriosas, para tener matrimonios sólidos y familias sanas necesitamos vivir en la Gloria de Dios.
Los peces fueron creados para vivir en el agua, las aves fueron creadas para volar en el cielo, el hombre fue creado para vivir en Su presencia por lo cual la Gloria de Dios debe ser más que un concepto teológico que se aprende en un salón de clase. Más bien, es una experiencia que se vive a diario, no es suficiente hablar de gloria en el pasado o vivir solo de momentos de Su gloria. Porque la gloria de Dios está disponible ahora, mañana y siempre.
Isaías 60:1 “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.”
Envuélveme con tu Gloria, quiero vivir en tu presencia, alienta mis pasos, lléname de tu paz, que todo lo que yo viva glorifique a Jesús.
No quiero ser destituido de tu gloria, me arrepiento de todos mis pecados y hoy decido volver a ti, no me imagino viviendo sin tu gloria.
Es en tu gloria que encuentro mi descanso, mi paz, el bien de estar en tu presencia.
No hay enfermedad cuando estamos en tu gloria, no hay problema que no pueda doblar rodillas delante de ti.
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