
Es Tiempo de Conectar, abril 02
Busca a Dios en todo tiempo
Cuando hay una tormenta, las aves pequeñas buscan refugio mientras que las águilas vuelan hacia las alturas. Esto es porque sólo las águilas saben que, elevándose, se alejan del peligro. Buscar a Dios también es elevarnos aun en medio de las dificultades y tormentas de la vida.
Deuteronomio 4:29 “Pero si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás.”
Dios siempre tiene una respuesta a tiempo, pero a veces, la ansiedad nos trae frustración. Es por eso que debemos buscar Su presencia y esperar que las puertas sean abiertas a Su manera. Cuando ponemos nuestra mirada en Dios, las cosas comienzan a cambiar. Esto nos lleva a dejar de darle lugar a la carne para priorizar lo espiritual.
Así como la Reina Ester, que nació esclava del reino persa, huérfana y pobre. Sin embargo, cuenta la historia que ella no se pasaba la vida lamentándose por su desgracia sino más bien que aun en momentos de presión, pudo seguir el plan de Dios hasta darle la victoria total y llegar a ser la reina del imperio. Así también, el Señor tiene un propósito específico con nuestra vida.
¿Cómo conocer el plan que tiene Dios para cada uno de nosotros? Simplemente buscando Su presencia en oración y expectativa. Es así como la oración nos permite “sintonizar” la voz de Dios.
La búsqueda nos conecta con Su presencia y nos abre los oídos espirituales para poder ser guiados.
Isaías 58:9a “Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!”
Dios desea que lo conozcas y quiere que sepas que está cerca de ti. No importa la situación que estás atravesando, si buscas tener una actitud humilde y generosa, entonces…¡Él te mostrará su poder, te abrirá camino y te acompañará en todo tiempo!
Isaías 58:10 “… si te dedicas a ayudar a los hambrientos y a saciar la necesidad del desvalido, entonces brillará tu luz en las tinieblas, y como el mediodía será tu noche.”
Ningún problema es demasiado grande para que Dios no intervenga ni ninguna persona demasiado pequeña para que no tenga la atención de Dios. La Biblia nos habla acerca de aquellas cosas que hoy parecen que son imposibles de vencer en nosotros. Quizá actitudes, defectos o cuestiones que son oscuras en nuestra vida, pero Dios puede transformarlas en nuestras mayores fortalezas si vivimos a Su manera, ya que Su luz brillará en nuestras tinieblas y en medio de tus problemas más oscuros, todo será como el mediodía.
El gran predicador del siglo 19, DL Moody decía que “Dios nunca hizo una promesa que fuera demasiado buena para ser cierta.”
Proverbios 3:6 dice, “En todo lo que hagas, pon a Dios en el primer lugar, y Él te guiará, y coronará de éxito tus esfuerzos.”
Si pones a Dios primero, te darás cuenta que Dios va a estar contigo hasta el final.
Isaías 58:11 “El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.”
Dios nos promete guiarnos siempre, saciarnos en todo tiempo y fortalecernos. Aunque otros se rindan y se cansen, ¡para ti siempre habrá esperanza puesto que has confiado en el Dios Todopoderoso!
Aunque todo esté reseco en el exterior, nosotros por dentro seremos un jardín bien regado. No te apresures, espera en el Señor. Mucha gente ya no espera lo mejor, sino que simplemente evita lo peor. Tú sé de los que permiten que Dios los guíe y los llene de Su presencia.
¿Cuál es el secreto para que las tinieblas no avancen sino que retrocedan? Clamar y orar… Rendirse a Dios y buscarlo con todo el corazón.
¡Y serás un reconstructor!
Isaías 58:12, “Tu pueblo reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos de antaño; serás llamado “reparador de muros derruidos,” “restaurador de calles transitables.”
En aquel tiempo, las ciudades estaban cercadas por grandes muros con vigilantes apostados que controlaban la entrada y la salida de la gente. Cuando esos muros eran derribados, la ciudad quedaba desprotegida.
Aplicándolo a nuestra vida, el Señor quiere decirte que no solo Él quiere reconstruir lo que el enemigo ha destruido en tu vida, sino que también tú serás alguien que levante los brazos de otros.
Cuando oramos y ayunamos, cuando buscamos a Dios, Él comienza a reparar los muros de protección alrededor de nuestra vida y de nuestra familia. Cuando lo buscamos, somos fortalecidos espiritualmente y ya nada nos podrá derribar.
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