“Luego, dirigiéndose a sus discípulos, dijo: «Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento para comer o suficiente ropa para vestirse. Pues la vida es más que la comida, y el cuerpo es más que la ropa.

Miren los cuervos. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque Dios los alimenta. ¡Y ustedes son para él mucho más valiosos que cualquier pájaro! ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? Y, si por mucho preocuparse no se logra algo tan pequeño como eso, ¿de qué sirve preocuparse por cosas más grandes?” Lucas 12:22-26.

A veces sentimos que el mundo se mueve demasiado rápido y que Dios está ocupado con asuntos más grandes como para detenerse a escucharme o ayudarme con mis problemas, especialmente cuando sé que fui yo, por terquedad o rebeldía, quien terminó metido en esta situación.

Pero Jesús nos recuerda algo muy reconfortante: Si Dios no se olvida ni de un solo pajarillo. Si Él cuida de ellos, ¿cuánto más de ti?
Te lo afirmo viviendo en el país con mayor variedad de aves en el mundo, Colombia. 

Si Dios creó tal variedad de hermosas aves con el fin de añadir deleite y belleza a los paisajes, ¿cuánto más el ser humano?
¿Puedes creer que cada cabello en tu cabeza está contado, que cada lágrima, cada suspiro, cada momento de confusión o alegría es visto y conocido por tu Padre celestial? Nada escapa a Su atención. Incluso cuando una hoja cae de un árbol, lo hace bajo Su soberanía.

«Todo Obrará para Bien»
«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.»

—Romanos 8:28
Este versículo es uno de los más citados en momentos de dificultad, pero también uno de los más difíciles de creer cuando estamos sufriendo. ¿Cómo puede algo doloroso, injusto o confuso obrar para bien?

La clave está en la promesa: «a los que aman a Dios». Cuando nuestro corazón está rendido a Él, cuando vivimos con la convicción de que somos parte de un propósito mayor, podemos confiar en que incluso lo que hoy no entendemos, Dios lo está usando para formar algo bueno en nosotros y a través de nosotros.

No todas las cosas son buenas, pero Dios tiene el poder de usarlas para bien. Pérdidas, fracasos, demoras, dificultades, decepciones… nada se desperdicia en Sus manos. Él es un Dios redentor, que transforma el dolor en propósito y el quebranto en crecimiento.

Reflexiona hoy:
¿Hay algo que estás viviendo ahora que no entiendes?
¿Puedes entregarlo a Dios con la confianza de que Él lo está usando, aunque no lo veas aún?

¿Puedes confiar en que si Él cuenta los cabellos de tu cabeza, también está presente en las áreas más íntimas de tu vida?

Oración:
Señor, gracias porque no hay detalle de mi vida que te sea indiferente. Gracias porque en un mundo donde muchas cosas parecen inestables, tu amor permanece constante. Ayúdame a descansar en tu cuidado, y a vivir con la seguridad de que soy profundamente conocido y amado por Ti. Amén.

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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global