Es Tiempo de Conectar, agosto 12
El Reformador de la Presencia de Dios
“En el primer mes del primer año de su reinado, Ezequías reabrió las puertas del templo del Señor y las reparó”. 2 Crónicas 29:3
Lo primero que hizo el rey Ezequías al comenzar su reinado fue reabrir las puertas del templo de Dios, porque su padre el rey Acaz, lo había descuidado y se había dedicado a construir templos paganos.
Él pudo haber seguido el ejemplo de su padre, pero decidió ser diferente y se volvió un reformador.
Un reformador es alguien que no sigue la corriente sino que empieza cosas nuevas, emprende nuevos caminos y no se conforma con el status quo.
Tu pasado ya está hecho y no puedes hacer nada para cambiarlo, pero tu futuro está en construcción, así que puedes decidir sobre qué bases lo quieres cimentar y qué mejor que hacerlo con la presencia de Dios!
Ezequías buscó hacer lo correcto y para ello sabía que la primera decisión que debía tomar como líder, era que el pueblo regresara a Dios, que todos se reconciliaran con el Señor y se arrepintieran de la idolatría que habían profesado hasta ese momento.
El primer paso para ser un reformador es hacer un diagnóstico de la situación, volver los ojos a nuestro Señor, tomar decisiones valientes y volver el rostro hacia El.
2 Crónicas 29:5:
“Les dijo: «¡Levitas, escúchenme! Purifíquense ustedes y purifiquen el templo del Señor, Dios de sus antepasados. Quiten del santuario todos los objetos contaminados.”
Dios anhela que logremos cosas grandes, que seamos diferentes, que brillemos como la luz de la aurora que va en aumento en la medida que progresa el día. Pero nada de esto puede ocurrir si no hay excelencia en nuestras vidas. Por lo tanto así como Ezequías le hizo ese llamado a los levitas, hoy Dios nos llama a la excelencia, a que nos santifiquemos.
¿Cómo se llega a ser un reformador?
2 Crónicas 29: 11
“Hijos míos, ¡no descuiden más sus responsabilidades! El Señor los ha elegido para que estén en su presencia, le sirvan, dirijan al pueblo en la adoración y presenten a él sus ofrendas.”
No descuides tus responsabilidades y lo que te ha sido encomendado; lo nuevo que quieres empezar lo vas a hacer sobre el fundamento lo que ya has puesto, así que no descuides este fundamento.
Sé responsable y diligente en lo que te toca hacer, porque si dejas de hacerlo se genera un desbalance a tu alrededor.
Si eres irresponsable, no solo te afectas a ti mismo sino que también son afectados los que te rodean. Por ejemplo, si eres un padre irresponsable y no provees para las necesidades de tus hijos, éstos se verán afectados.
Dios te ha elegido para estar en su presencia y para permanecer en ella.
2 Crónicas 30:12,20 NTV:
“Al mismo tiempo, la mano de Dios estaba sobre la gente en la tierra de Judá, y les dio un solo corazón para obedecer las órdenes del rey y de sus funcionarios, quienes seguían la palabra del Señor. Y el Señor escuchó la oración de Ezequías y sanó a la gente.”
La mano de Dios está sobre tí y sobre tu familia. Ten un corazón para obedecer y Dios escuchará tu oración y te prolongará la vida. Él escucha tu oración y te protege.
Dios puso un solo corazón en la gente porque ellos seguían la Palabra de Dios.Y Ezequías recibió respuesta de Dios a su oración porque él buscó a Dios antes de buscar un consejo humano.
Busca a Dios porque el llamado mas importante que te ha hecho es a estar en Su presencia.
¿Cómo puedes estar seguro de que lo que quieres emprender es lo correcto? Consúltale a Dios todos tus asuntos.
No temas, Dios está de tu parte.
2 Crónicas 32:7-8 NTV
“¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni se desalienten por causa del rey de Asiria o de su poderoso ejército, ¡porque hay un poder mucho más grande de nuestro lado! El rey podrá tener un gran ejército, pero no son más que hombres. ¡Con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas por nosotros!».
Las palabras de Ezequías alentaron en gran manera a la gente.”
Sé fuerte y valiente que Dios pelea tus batallas; puede que todo se haya puesto difícil pero Dios peleará por ti, cerrará boca de leones, aplastará serpientes y derrotará enemigos.
El ejército tenía la obligación de servir en la batalla al Señor y al pueblo, así que Ezequías como buen líder, los alentó a hacer las cosas bien y con esfuerzo.
Dios nos ha escogido para hacer algo para Él, por algo la Biblia dice que Él quiere hacedores y no tan solo oidores.
Haz tu servicio con el corazón y con amor y obtendrás abundante fruto. Enseña a otros a adorar genuinamente y a ser personas generosas.
2 Crónicas 31:3,5 (NTV)
“El rey también contribuyó personalmente con animales para las ofrendas quemadas diarias de la mañana y de la tarde, para los festivales semanales de los días de descanso y para los festivales mensuales de luna nueva, como también para todos los demás festivales anuales establecidos en la ley del Señor. Cuando los israelitas escucharon estos requisitos respondieron con generosidad; dieron la primera porción de su grano, vino nuevo, aceite de oliva, miel y de todo lo que producían sus campos. Llevaron grandes cantidades, el diezmo de todo lo que habían producido.”
La adoración, más que palabras son acciones que uno hace hacia Dios, acciones de entrega y de desprendimiento. Una de estas acciones es dar con generosidad. Ezequías fue ejemplo de ello y el pueblo lo siguió.
Si quieres aprender a adorar, ábrele tu corazón a Dios y deja que Él te enseñe cómo hacerlo. No se trata de decir y repetir muchas palabras, sino del amor que muestras para el amor de tu vida.
Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, compártelo y suscríbete al canal. Dios te bendiga.