Es Tiempo de Conectar, abril 13

El Espíritu Santo nos llena

Existe una clase de vida que es abundante, plena y gloriosa y que debemos llegar a conocer si ya no la hemos conocido. Ésta clase de vida no se encuentra en una religión, ni en una universidad ni porque naciste en una familia cristiana. No es producto de una religión sino de una relación.

Hechos 4:31, “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la Palabra de Dios.”

Esa vida plena la encontrarás en la amistad y la comunión diaria con el Espíritu Santo.

Claudio Freidzon nos comparte en su libro titulado “De gloria en Gloria,” que cuando entendió que existía una relación íntima y profunda con el Espíritu Santo, él comenzó a orar deseando tener ese nivel de comunión.

“Una unción envolvió mi vida, un éxtasis de gozo embargó mi corazón. Comencé a vivir en santidad y a hacer la obra de Dios. Un calor me estremeció por completo cuando atravesé la puerta de mi habitación y pude sentir claramente en mi espíritu que “alguien” entraba conmigo. Mi relación con Dios jamás volvió a ser la misma desde entonces y Su gloria empezó a manifestarse en mi ministerio de una manera sorprendente.”

Oseas 6:3 NTV dice claramente, “¡Oh, si conociéramos al Señor! Esforcémonos por conocerlo. Él nos responderá, tan cierto como viene el amanecer o llegan las lluvias a comienzos de la primavera.”

Si estás cansado(a) de vivir una vida sin propósito y monótona y quieres vivir una vida plena, debes esforzarte en conocer a Dios más íntimamente… y Él te va a responder.

El apóstol Pedro, durante tres años, fue testigo de señales y milagros que Jesús hizo. El mismo día de su llamado, experimentó lo que eran redes llenas por la intervención milagrosa de Jesús y como resultado fue llamado a ser “pescador de hombres.”

A pesar de todo ello y después de caminar tres años y medio con Jesús, llegó a negar tres veces que conocía a su Maestro y después de que Jesús murió, regresó al mar para continuar con su trabajo de “pescador de peces.”

¿Qué me enseña esto? Que podemos haber sido parte de mucha actividad religiosa a lo largo de nuestra vida, quizás haber visto milagros de sanidad, endemoniados salir de las personas, participar activamente en las actividades de la iglesia y haber oído predicaciones ungidas y poderosas, pero nada de eso va a servir hasta que personalmente seamos llenos del Espíritu Santo. Recuerda que estamos hablando de tener una relación y no una religión.

Dios te transforma en lo secreto porque es en tu búsqueda espiritual que se logra y tú y yo necesitamos una experiencia donde el mismo Espíritu Santo nos llene.

Hechos 6:8-10, “Y Esteban, lleno de gracia y de poder hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.”

Esteban estaba lleno del Espíritu y predicó con tanta gracia y poder que nadie le podía resistir. Cuando te dejes guiar por el Espíritu Santo y te llenes de Su Palabra, las personas que te escuchen no tendrán herramientas para discutir porque ellas irán con poder y con la unción de Dios.

El Espíritu Santo nos llena del poder de Dios.

Isaías 61:1 “El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad…”

Los discípulos eran personas llenas de debilidades, pero todo cambió cuando el Espíritu Santo los tocó. Sus vidas empezaron a ser distintas, comenzaron los milagros, las señales y las maravillas. Su caminar con el Señor se dividió en un antes y un después del Espíritu Santo.

Ser llenos del Espíritu Santo no es una experiencia, es un caminar diario en el que empiezas a vivir lo siguiente:

Denuedo para que las personas se conviertan al Señor al compartir la Palabra de Dios.

El Salmo 16:11 NVI, «Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.»

Quizá te sientes débil y lleno de defectos y limitaciones pero quiero decirte que no importa lo nefasto que ha sido tu pasado o si llevas en tu alma las marcas del dolor y la amargura, cuando el Espíritu Santo te llena, todo cambia.

Si el mensaje ha hablado a tu vida, deja un comentario a continuación.