Devocional diario septiembre 16
Un salmo para mi Dios
Amigos queridos, quiero que sepan que la mayoría de los Salmos no se escribieron en cómodos escritorios sino en cuevas o desiertos y hasta en cumbres borrascosas (como la clásica novela de Emily Brontë)…
Sí, en los momentos de mayor desesperación para los hijos de Dios, en los tiempos más tormentosos y cuando ya no podían, ahí fue donde el Salmista se inspiró más.
Tenemos ejemplos de grandes personajes en la Biblia que decidieron experimentar el Selah de Dios que significa hacer una pausa, el estar un tiempo en su presencia y callar. Es decir, estar en silencio para que sea Dios quien hable.
Hoy me encuentro en una situación en la que necesito escribir un salmo, cantarle a Él, con o sin guitarra…
Hoy necesito acercarme a mi Padre Celestial y esconderme en Él…Pero necesito hacerlo hoy y no mañana ni más tarde… NECESITO HACERLO HOY…
No sé qué circunstancias estés pasando en estos momentos pero quizá, al igual que yo, necesitas escribirle un salmo y derramar tu corazón…
Tal vez necesitas, como yo, buscar un consuelo… buscar un abrazo… simplemente buscarlo a Él.
“En estos días, cuando oren, los escucharé. Si me buscan de todo su corazón, podrán encontrarme. Sí, me encontrarán, dice el Señor. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra.” Jeremías 29:13-14 NTV
Puede que te sientas cautivo en tus pensamientos, en una cárcel por tus pecados o encerrado en alguna adicción. Déjame decirte que, sea cual sea tu cautiverio físico o espiritual, puedes buscar a Dios y regresar a casa.
Sí, a esa casa en la que te sientes como en tu hogar, esa casa en la que sabes que Dios te está escuchando y lo puedes encontrar. En esa casa, la puerta siempre está abierta y los brazos, que en la cruz estuvieron extendidos para ti y para mí, siguen así… extendidos.
Muchas veces pensamos que, los hijos de Dios, nosotros que nos identifican como cristianos, no tendremos que enfrentar batallas difíciles sino que estamos inmunes a los ataques de cualquier enemigo, y eso no es necesariamente así, pues la Biblia dice que: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor.” Salmo 34:19
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Esto nos lo dijo el Rey David, cuando tuvo que enfrentar en el día a día no una o dos sino MUCHAS dificultades y en medio de todas ellas, escribió un salmo para Dios… Cada salmo fue su grito de auxilio y siempre, siempre Dios estuvo allí para rescatarlo.
Tú que me lees o me escuchas en este día y que piensas que las circunstancias que vives son un castigo de Dios o quizá crees que tu matrimonio no anda bien, que la crisis económica afectó tu billetera o tal vez estás postrado en cama enfermo cuando deberías estar divirtiéndote… ¡A tí me dirijo!
Hoy te animo a que le escribas un salmo al Señor y confiar que va a venir a tu rescate…
Cuando decimos “¡Oh, y ahora quién podrá defenderme!”. No es el chapulín colorado el que lo está diciendo, es Dios que está orando por ti aún cuando satanás te ha pedido para zarandearte y darte golpes cual piñata.
Tienes qué entender que son sus oraciones por ti las que te cubren y vienen a traer paz nuevamente a tu corazón.
“… ¡Levántate, amada mía! ¡Ven conmigo, mi bella mujer! Mira, el invierno se acabó y las lluvias ya pasaron. Las flores están brotando, ha llegado la temporada de los pájaros cantores. Y el arrullo de las tórtolas llena el aire”. Cantares 2:10:12 NTV
Después de la lluvia puedes contemplar el arco iris pues se viene un tiempo nuevo. Las flores vuelven a brotar, tus oraciones suben hasta el cielo como un perfume de aroma agradable para Dios.
Te animo a que escribas un salmo en este momento, a que des gracias por todas las veces que ha venido a tu rescate, y hagas una oración apasionada que va a quedar impresa en el mismo corazón de Dios.