Es Tiempo de Conectar, octubre 20

Dios nos anhela

En el principio, Dios creó los cielos y la tierra..Gen 1:1
Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente. Gen 2:7
El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara. Gen 2:15

Después, el Señor Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él. Gen 2:18

Dios es el origen de todo el universo, Él es su creador, diseñador, ordenador y de Él es la iniciativa para que nosotros existamos y ni tú ni yo tenemos velas en el asunto.

Tampoco somos un accidente ni una idea de nuestros padres aunque es muy probable que nos hubieran planeado.

Dios nos ama con amor intenso porque somos iniciativa de Él, el ser humano es la creación máxima de Dios, si crees que somos producto de un accidente, sólo mira la manera cómo está conformado todo tu cuerpo.

“El hombre es la gloria de Dios. Esto se debe a que Dios creó a Adán a Su propia imagen, y Adán representó el momento cúspide de la creación, es la esencia de la creación, pero no porque sea superior y pueda ejercer un dominio a su antojo frente a ella, sino porque, en cuanto imagen y semejanza del Creador, está llamado a ser su representante en medio de la obra creada.”

Dios se la jugó con Adán dándole libertad para escoger y decidir por él mismo sin embargo cuando Dios perdió su relación con el hombre o viceversa, el hombre perdió su relación con su creador, inmediatamente estableció un plan para restaurarla y proveyó un medio para hacerlo, a Su propio Hijo.

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan 3: 16

“Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos la luna y las estrellas que pusiste en su lugar, me pregunto: ¿qué son los simples mortales para que pienses en ellos, los seres humanos para que de ellos te ocupes?
Sin embargo, los hiciste un poco menor que los ángeles y los coronaste de gloria y honor.
Los pusiste a cargo de todo lo que creaste, y sometiste todas las cosas bajo su autoridad.” Salmo 8: 3-6

“Por eso dice en el salmo Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo de los dominios de la muerte, también estás allí.” Salmo 139:8

Puedes encontrarte lo más lejos de Dios, puedes estar obsesionado con tu trabajo, con tus pasiones o puede que tengas adicciones que no logras soltar de tu vida o tu matrimonio está siendo sacudido, desde allí puedes regresar a tu Padre a quien tomó la iniciativa de tu vida.

Hay momentos que se requiere parar! Parar y reflexionar para donde voy, a donde me está llevando esta relación, este vicio, esta carrera loca de la vida, esta relación malsana.

Si hay una capacidad que distingue al hombre del resto de los animales es que somos seres pensantes que podemos tomar decisiones, que somos seres inteligentes.

Dios nos ha dado talentos y capacidades pero la mejor manera de canalizar todo lo bueno que tenemos es rindiéndome a Dios y creer; y si no tienes fe, pedir a Dios que te la dé.

¡Él está más cerca de ti de lo que tú crees!

El Salmo 139:1-6 dice que Él conoce todos los detalles de nuestra vida.

“Oh Señor, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí.
Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos, aun cuando me encuentro lejos.
Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago.
Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, Señor.
Vas delante y detrás de mí. Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza.
Semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí; ¡es tan elevado que no puedo entenderlo!”

Él conoce TODO acerca de ti, aun lo que nadie sabe, Él te conoce y te ama; sabe cuándo duermes y cuándo te levantas. Conoce tus pensamientos aun cuando estás lejos de Él. Sin mencionar palabra, Él ya sabe lo que vas a decir, Él está delante y detrás de cada uno de tus pasos, te guía, te cubre, te forma.

No hay nadie en este mundo mortal que me haya amado más que Dios, que haya dado hasta la vida de Su Hijo por ti y por mí.

¡Anhelo conocerte, anhelo amarte, eres el anhelo de mi vida, nada ni nadie más! Amén.

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