Es Tiempo de Conectar, mayo 22

El Espíritu Santo nos muda

Toda la vida hemos deseado tener la oportunidad de comenzar de nuevo, sin fracasos, sin el pasado que nos acecha, sin pecados, hemos soñado con un borrón y cuenta nueva, pero eso sólo sucede cuando el Espíritu Santo viene a nuestras vidas y somos mudados, cuando cambiamos de domicilio espiritual para que todo se renueve por dentro.

Saúl no se sentía importante sino más bien insignificante, «no sabía todo lo que Dios había preparado para él.»

Qué piensas de tí mismo: Soy insignificante, no soy importante, ni influyente, estás en un lugar donde nada ha sucedido por años pero no tienes ni idea que las cosas alrededor tuyo están a punto de cambiar para SIEMPRE.

1 Samuel 10:6-7, “En ese momento el Espíritu del Señor vendrá poderosamente sobre ti y profetizarás con ellos. Serás transformado en una persona diferente. Después de que sucedan estas señales, haz lo que deba hacerse, porque Dios está contigo.”

Si tu recibes esta palabra, no importa donde estés en este momento, el Espíritu Santo empezará a obrar en tu vida, te mudará. Tu circunstancia cambiará.

Hay cosas que Dios quiere entregarnos, pero a veces no estamos en la capacidad de recibirlas. Por lo tanto PREPÁRATE porque cuando vengan esas señales, «haz todo lo que debas hacer, porque Dios está contigo.»

Estás a punto de ser cambiado y transformado por completo. Dios te va a dar sabiduría, poder y autoridad. La gente te va a mirar y va a decir: DIOS ESTÁ CON EL, ELLA

Él viene sobre ti en tu noche más oscura, en el momento más difícil de tu vida. Dios está contigo y está haciendo su trabajo.

Cuando dejas que el Espíritu Santo te mude, tus debilidades se convierten en fortalezas, la tristeza se convierte en gozo, resistes al pecado cuando eres transformado y viene la santidad de Dios sobre ti.

Ezequiel 36:26-27: ”Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo. Pondré mi Espíritu en ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas.”

Necesitamos que alguien nos ayude a resistir y ese es el Espíritu Santo. No hay manera de crecer sin cambiar, y el mismo Dios nos ayuda en el proceso.

Si no cambiamos, nunca podremos corregir nuestros errores.

Así que hoy, nuestra oración debe ser: Señor cámbiame a mí antes de cambiar las circunstancias. Tu eres quien cambia corazones. ¡Dios muéstrame tus planes!

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