A Dios sea la gloria

Devocional diario marzo 20

A Dios sea la gloria

Lucas 2:14

“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”

La gloria es algo que Dios no comparte con nadie. La paz y la buena voluntad es para nosotros aquí en la tierra. 

El significado de gloria es “peso”. Define todo aquello que hace que alguien sea importante o de peso, para otros. Cuando le damos GLORIA a Dios le estamos dando el peso en nuestra vida que merece por todo lo que Dios es: su perfección, sus virtudes, sus obras. ¿Cuánto nos hemos olvidado de todo lo que Él ha hecho por nosotros? A veces lo olvidamos y queremos la gloria o la honra para nosotros.

Juan 5:44

“¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria, pero no buscan la gloria que viene del Dios único?”

Deja de darle gloria a los hombres y comienza a darle la gloria a Dios que se merece. Nuestra ingratitud hace que le robemos la gloria a Dios.

Juan 12:43

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos”

Salmos 19:1

«Mi corazón te ha oído decir: Ven y conversa conmigo. Y mi corazón responde: Aquí vengo, Señor»
Cuando estés en Su presencia, pide menos y escucha más. El buscar a Dios cada día nos renueva. Mientras más cerca estemos de Dios, más lo conoceremos.

Apocalipsis 7:12

“Diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén”

Éxodo 20:18-20

«Cuando los israelitas oyeron los truenos y el toque fuerte del cuerno de carnero y vieron los destellos de relámpagos y el humo que salía del monte, se mantuvieron a distancia, temblando de miedo. Entonces le dijeron a Moisés: —¡Háblanos tú y te escucharemos, pero que no nos hable Dios directamente, porque moriremos! —¡No tengan miedo! —les respondió Moisés—, porque Dios ha venido de esta
manera para ponerlos a prueba y para que su temor hacia él les impida pecar».

Este pasaje nos relata la manifestación visible de Dios en el monte Sinaí el monte humeaba y los israelitas oían en el estruendo de los relámpagos y el sonido de la bocina. Fue tal la magnitud del estruendo que se asustaron, se sintieron incomodos hasta el punto de decidir alejarse de la gloria de Dios. Estaban acostumbrados a aceptar las grandezas de Dios, su provisión, ver sus milagros, pero no estaban dispuestos a acercarse para tener una relación personal con Dios y darle toda la gloria a Él.

¡Qué tal contradicción! Israel no quería tener una relación personal con Dios, huía del compromiso y por otro lado, algunos buscaban más de Dios. Acababan de ver que los enfermos eran sanados en la pascua, hubieron como 3 millones de milagros instantáneos, vivieron 40 años de milagro en milagro. Dios los alimentaba cada día con el pan del cielo “maná” haciendo cálculos se necesitaban 220 vagones de
ferrocarril por día para alimentarlos ¡eso ya era sorprendente! Entonces, ellos conocían a una Dios milagroso, de proezas y maravillas, pero en el momento que Dios los llamó a acercarse a Él, no se sentían preparados y tuvieron miedo, hasta el punto de pedirle a Moisés que fuera solo.

La actitud que tomes frente a la gloria de Dios determinará lo que te acontezca. La actitud de los israelitas frente a la gloria de Dios nos demuestra lo que había dentro de sus corazones. Cuando Dios se acercaba a ellos, se sentían expuestos, inseguros e intranquilos ¿a cuenta de qué? De que en su conciencia sabían que estaban haciendo mal. A veces nosotros tenemos miedo de ser expuestos a los fantasmas de nuestro pasado o a que Dios nos pida que paguemos un precio del que no estamos dispuestos a pagar.

Hoy es el día que Dios te llama a venir más cerca de su presencia y experimentar su gloria.

Una cosa es adorar al Dios que hace milagros en nuestra vida, y otra cosa es acercarnos al Dios que nos revela la condición de nuestro corazón. Él quiere tener un trato personal contigo para que lo conozcas. Llegó el tiempo donde Él hablará a tu corazón y te mostrará cosas grandes y ocultas que no conoces.

Tal vez has estado dependiendo mucho de lo que Dios puede revelarles a otros, o te has estado quedando con la gloria que le pertenece a Dios. Dios quiere que tú y yo le digamos cada mañana: “Aquí estoy, abro mi corazón de par en par, quiero escuchar tu voz, quiero que me hables, y si tu Gloria no va conmigo, entonces no me saques de este lugar”.

El peor momento del pueblo de Israel ni fue cuando el Señor les dijo que vagarían en el desierto por 40 años, sino cuando ellos rechazaron la invitación de Dios de acercarse a Su presencia y entregarle toda la gloria.

Esto nos enseña que el momento más sombrío en la vida de alguien no es cuando se aparta de Dios, sino que mucho antes, cuando Dios está cerca y nos invita a su altar para cambiar nuestro corazón pero estamos muy ocupados para ir a su presencia o nos sentimos satisfechos con lo que hemos obtenido, recibimos los aplausos y no le damos gloria a quien la merece.

Cuando uno no quiere acercarse lo suficiente a Dios, es cuando las raíces no son profundas entonces las cargas, las presiones y las luchas serán imposibles de llevar. El momento más duro en tu vida será cuando te encuentres llevando solo tus cargas y no tengas de amigo al Espíritu Santo, y ya lo honra de los hombres no sea suficiente para llenarte. ¡Nunca rechaces la ayuda de Dios! Porque ayuda viene del cielo para sus hijos cuando decidimos orar, obedecer y darle la gloria a Dios.

Dios no quiere que solo lo conozcas por sus hechos sino que lo conozcas por lo que Él se revela a tu vida, quiere que conozcas su corazón e intimes con Él. Dios quiere tener una relación contigo para mostrarte Su voluntad… Escúchalo decir: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” Mateo 11:28

Encuéntrate con Dios cara a cara. Él se encargará de imprimir en tu corazón Su Palabra y tú le darás la gloria.

Dios nos invita y nos dice: “Ven, no temas”. No pierdas el tiempo ni te desvíes pensando en los milagros. Mientras que los Israelitas festejaban con el becerro las obras de Dios, Moisés estaba conociendo el corazón de Dios. Mientras otros están de fiesta celebrando que a ti te encuentren orando, así como Dios grabó su Palabra en esas piedras o tablas de la ley, Moisés quería que Dios grabará sus promesas en su corazón.

En un momento, en Su presencia Dios imprimirá su sello sobre ti. Y nunca más serás el mismo, no te quedarán dudas después de un encuentro con Dios. Mi oración por ti es que Dios ponga hambre por buscarlo en lo secreto. Que en ese lugar encuentres todo lo que necesitas, que, aunque las circunstancias te tengan postrado, en espíritu estás firme creyendo en su Palabra. Que tu corazón sea avivado para que avives a otros.

Camina en su voluntad, busca su rostro y conoce su corazón.