Devocional diario agosto 20
Encuentros con Dios en el fuego
Isaías 43:2
«Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; Y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemará, ni la llama arderá en ti.”
Él nunca dijo que quizás, más bien nos afirma que cuando pases por el fuego YO ESTARÉ CONTIGO. En medio de las más sofocantes pruebas, Dios promete estar a tu lado cubriéndote, amándote y protegiéndote.
La Biblia también declara que «Ninguna arma forjada contra ti prosperará…» en Isaías 54:17; el enemigo envía dardos de fuego a tu vida pero todos son anulados porque Dios está contigo.
Repite conmigo «Dios está conmigo» y lo encontraré en lo más difícil de la prueba, en el desierto más árido no temeré lo que me pueda hacer el hombre porque tu estás conmigo Dios, tu vara y tu cayado me infunden aliento. Las armas en nuestra contra no prosperan y lo único que prosperará en mí será tu bendición, sobre mi familia y todas las áreas de mi vida.
Dios nunca prometió que formas agresivas de ataque nunca vendrían contra nosotros; pero ni siquiera nuestros cabellos serán afectados pues tu y yo nos encontramos grabados en la palma de Su mano.
David dijo en el Salmo 27:1 «Jehová es mi luz y mi salvación; ¿De quien temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quien he de atemorizarme?». Cuando enfrentamos problemas y aflicciones, si nuestro corazón está establecido en Dios, no seremos afectados porque sabemos que es Él quien nos habla de muchas maneras y lo que ahora es aflicción se convertirá en victoria.
El Salmo 112:1, 6-8
«Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera… Por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.»
Esto se refiere a una persona que camina confiada en la Palabra de Dios, que tiene un encuentro día a día y que puede caminar confiado en que no está solo.
La voz de Dios es la que nos habla a través de las pruebas para que nos volvamos a Él, para que regresemos al Madero, a Su cruz, al lugar de nuestro encuentro con Dios.
Salmos 29:3-5, 7-11 NTV
La voz del Señor resuena sobre la superficie del mar; el Dios de gloria truena; el Señor truena sobre el poderoso mar. La voz del Señor es potente; la voz del Señor es majestuosa. La voz del Señor parte los enormes cedros; el Señor hace pedazos los cedros del Líbano. La voz del Señor resuena con relámpagos. La voz del Señor hace temblar al lugar desolado; el Señor sacude el desierto de Cades. La voz del Señor retuerce los fuertes robles y desnuda los bosques. En su templo todos gritan: «¡Gloria!». El Señor gobierna las aguas de la inundación; el Señor gobierna como rey para siempre. El Señor le da fuerza a su pueblo; el Señor lo bendice con paz.”
No te muevas de acuerdo a las circunstancias de la vida, muévete de acuerdo a las promesas de Dios. Siéntete confiado en que Él nunca te abandonará ni te defraudará.
Isaías 41:10
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Camina seguro a través del fuego porque sus promesas son Sí y Amén. Esto significa que Dios no miente, que lo que promete, ¡Él lo cumple!
Números 23:19
«Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no ejecutará?»
Dios está contigo no te vas a quemar aunque pases por el fuego.
Dios está contigo y al final Él va a ganar y nosotros saldremos airosos.
