“Oh Señor Soberano, a mí, tu siervo, recién has comenzado a mostrar tu grandeza y la fuerza de tu mano. ¿Acaso hay otro dios en el cielo o en la tierra que pueda hacer cosas tan grandes y poderosas como las que haces tú?” Deuteronomio 3:24.

Dios ve el cuadro completo, no solo de nuestras vidas, sino también de la historia de nuestras familias, nuestras ciudades, nuestros países y aún de las naciones enteras.

Mientras los judíos eran masacrados durante la Segunda Guerra Mundial, Él seguía viendo el panorama completo de la historia. Lo mismo cuando, al inicio de lo que hoy conocemos como el World Wide Web, apenas comenzábamos a escuchar sobre el “WWW”: Dios ya sabía que llegaríamos a los tiempos de la Inteligencia Artificial.

Cuando Medellín se convirtió en la sede del temido Cartel y atravesó una de sus peores crisis, Dios sabía exactamente a dónde nos llevaría todo ese dolor y cómo nos guiaría hacia una nueva etapa.

Lo que para nosotros desde nuestra perspectiva es muy grande, para Dios desde arriba es muy pequeño; lo que para nosotros es muy difícil, desde arriba Dios lo ve y dice que es muy fácil.

Debemos entender que Dios ve los problemas y las circunstancias desde otra perspectiva y si nosotros queremos tener la perspectiva de Dios debemos enfrentar la vida sabiendo que nuestro Dios es grande.

Así que mientras más alto en oración estés, más pequeños serán tus problemas.

¿Cómo poder ver las cosas desde la perspectiva de Dios?

Isaías dice en 40:31, “Los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.”

La oración y la adoración nos dan alas para ver los problemas desde arriba y debemos orar hasta que nuestros problemas se vean muy pequeños y también resueltos.

Tus problemas se ven grandes porque quizás tu altura de oración es muy baja. La oración cambia tu perspectiva.

Cuando Abraham encomendó a su siervo viajar para encontrar esposa para su hijo Isaac, éste dependió de la oración y oró en Génesis 24:15:

“Entonces, antes de terminar su oración, vio a una joven llamada Rebeca, que salía con su cántaro al hombro. Ella era hija de Betuel, quien era hijo de Nacor —hermano de Abraham— y de Milca, su esposa.”

El no encontraba a la mujer que se casara con Isaac, pero después que oró, pudo ver con claridad a Rebeca quien fue la respuesta a sus peticiones.

Raquel no podía tener hijos pero luego que oró ….todo cambió.

Génesis 30:22 dice: “Después Dios se acordó de la dificultad de Raquel y contestó sus oraciones permitiéndole tener hijos.”

La oración engrandece a Dios y mientras más grande es tu Dios más pequeños son tus problemas.

1 Reyes 17:22 dice: “El Señor oyó la oración de Elías, ¡y la vida volvió al niño, y revivió!”

Muchas veces vamos donde Dios y le explicamos sobre nuestros grandes problemas, pero es hora de que vayas a tus problemas y les digas quien es tu gran Dios.

Las circunstancias pueden continuar siendo iguales pero la perspectiva cambia.

Quizás te sientes atrapado por los problemas pero haz que tu oración levante a Dios de su trono y te favorezca.

2 Reyes 13:4 “Entonces Joacaz pidió en oración la ayuda del Señor, y el Señor oyó su oración.”

La oración te permite ver las cosas como realmente son, te presta los lentes de Dios en cada situación.

En 2 Reyes 19:14-16 encontramos: “Después de recibir la carta de mano de los mensajeros y de leerla, Ezequías subió al templo del Señor y desplegó la carta ante el Señor. En presencia del Señor, el rey hizo la siguiente oración:

«¡Oh Señor, Dios de Israel, tú estás entronizado entre los poderosos querubines! Solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Solo tú creaste los cielos y la tierra. ¡Inclínate, oh Señor, y escucha! ¡Abre tus ojos, oh Señor, y mira! Escucha las palabras desafiantes de Senaquerib contra el Dios viviente.”

Cuando vengan los problemas, corre a la presencia de Dios, búscalo con todo tu corazón y acércate confiadamente al trono de su gracia, Él responderá, Él escuchará y vendrá en tu ayuda.

2 Reyes 20:5 dice: “Regresa y dile a Ezequías, el líder de mi pueblo: “Esto dice el Señor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama e irás al templo del Señor.”

12 beneficios de la oración

La oración pone al diablo en huida. Mateo 18:18
La oración nos acerca a Dios.
La oración da dirección y sabiduría.
La oración nos fortalece en medio de la debilidad.
La oración nos guarda de la tentación.
La oración cambia las circunstancias.
La oración ayuda a interceder por otros.
La oración cambia lo natural.
La oración trae paz interior y exterior.
La oración envía obreros a la mies.
La oración sana al enfermo.
La oración vence lo imposible.

Un día nos puede estar yendo mal, pero si en ese día oramos a nuestro gran Dios, Él cambiará el resultado a nuestro favor.

Oración
Señor, gracias por ser el Dios de la historia, de nuestra propia historia. Conoces todo, nuestro presente y nuestro futuro. Quiero ser un hombre, una mujer de oración. Amén

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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global