Devocional diario junio 25
Cuando Dios parece distante
Isaías 8:17
“El Señor ha escondido su rostro del pueblo de Jacob, pero yo esperaré en él, pues en él tengo mi esperanza.”
Es fácil caminar con Dios cuando las cosas marchan bien, cuando tenemos: familia, amigos, un trabajo, salud, etc.; pero las circunstancias no siempre son tan agradables, hay momentos difíciles en nuestras vidas cuando sentimos que nos atacan, cuando nos asusta la soledad y sentimos que Dios parece distante.
El gran profeta Isaías hizo mención de que Dios había escondido su rostro.
Hay veces cuando todo lo que nos sucede no tiene sentido, no se abren las puertas, nos cansamos de esperar, y decimos ¿dónde está Dios en esto?
Oramos, pero nada sucede, no sentimos a Dios por más que le buscamos, es como si las oraciones rebotaran en el techo o como si el cielo estuviera cerrado para nosotros.
Cuando sientas así a Dios, no te desesperes, no renuncies, no reniegues, no discutas, simplemente espera en Dios, y espera con esperanza.
Job 23:8-12
“»Si me dirijo hacia el este, no está allí; si me encamino al oeste, no lo encuentro. Si está ocupado en el norte, no lo veo; si se vuelve al sur, no alcanzo a percibirlo.
Él, en cambio, conoce mis caminos; si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro. En sus sendas he afirmado mis pies; he seguido su camino sin desviarme.
No me he apartado de los mandamientos de sus labios; en lo más profundo de mi ser he atesorado las palabras de su boca.”
Lo primero que debemos hacer es contarle a Dios exactamente cómo nos sentimos. Después de que Job había perdido todo, decidió abrir su corazón a Dios.
No está mal aprender a desahogarnos en Dios, ir y decirle al Señor nuestro dolor, nuestra amargura, nuestra frustración, veremos cómo el mismo Dios empieza a restaurarnos. Cuando tu relación con Dios crece, tu dependencia de Dios aumenta, y es ahí cuando tú puedes ver la mano de Dios en tu vida.
Dios se esconde sólo por un tiempo para que nosotros lo busquemos con desespero.
Job 19:25-27
“Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte. Y cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos.
Yo mismo espero verlo; espero ser yo quien lo vea, y no otro. ¡Este anhelo me consume las entrañas!”
Cuando sentimos a Dios lejano, no debemos olvidar quien es Dios.
Job fue un hombre que a pesar de todo lo que le tocó vivir, siempre recordó a Dios como su salvador.
No importa cómo te sientas, o cómo lo sientas a Él, la verdad es que te ama y se preocupa por ti. Él tiene el control y Él te ayudará en todos tus asuntos.
Job 13:15
“He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; no obstante, defenderé delante de él mis caminos.”
Job confiaba en Dios y en sus promesas por encima de todo.
Job sencillamente se había aferrado con todo su corazón a sus promesas.
Quizás lo único que tú tienes es una promesa de Dios, pues aférrate a ella.
Job pudo pasar ese momento de dificultad gracias a que confiaba en la palabra de Dios.
Muchas veces nos dejamos llevar por las circunstancias o por los sentimientos, pero déjame decirte, lo sientas o no; Dios no está distante de ti, Él está de tu lado, Él no te ha dejado, Él dijo: “no te abandonaré,” aun si la lucha es fuerte, nuestra cabeza está en el suelo, y nos están haciendo el conteo para el Knock Out, hay alguien que está peleando por nosotros para que no nos rindamos.
Pase lo que pase, cueste lo que cueste, sigue esperando en Dios.