Devocional diario mayo 11
Volviendo en Amistad con Dios
Job 22: 21
21 «Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien.»
El tener amistad con Dios es una de las más grandes bendiciones que un ser humano puede recibir. Nosotros llegamos a ser como aquellos con los que tenemos una amistad íntima.
Lo primero que nos dice el versículo es “Vuelve en amistad con él.»
Y si nos dice «vuelve» es porque antes la relación era mejor.
Es sabio aquel que fortifica su vida con las amistades correctas. Tu mejor amistad tiene que ser con Dios. ¡Acércate a Él!
Quizá tienes una imagen equivocada de Dios, que por cada mala acción te va a castigar, que con tantos problemas que tiene en el mundo ¡no tiene tiempo para ti!
No existe en esta tierra nada más increíble que caminar con Dios como nuestro amigo. Él es aquel amigo que nunca falla, ese amigo que no te da la espalda en los momentos difíciles, ese amigo que está con nosotros en las buenas y en las malas.
En estos momentos el amor de Dios te alcanza ¿quieres un nuevo tiempo de amistad con Dios? Dile quiero volver en amistad contigo Dios, el lugar del que nunca debí salir.
La amistad con Dios nos trae beneficios
“y tendrás paz” Cuando llegas a conocer al Espíritu Santo como tu amigo, tiene paz aún en medio de las circunstancias más difíciles. Puede estar hundiéndose la barca, pero si tu amigo está en ella, tú tienes paz. Cuando Dios está de nuestro lado, la tormenta siempre va a estar fuera de nosotros, no en nosotros. La única tormenta que les espera a los amigos de Dios es una tormenta de bendiciones.
V.25 “El todo poderoso será tu defensa.” La amistad con Dios nos brinda protección. No temerás al terror nocturno, tu estarás bajo la sombra del deseado.
Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida, porque como Dios estuvo con sus amigos, estará contigo. Abogado tenemos en el cielo, a Jesucristo el justo. Él presentará defensa por ti.
V.25 “Y tendrás plata en abundancia” Vivirás en prosperidad y vida abundante. La cosecha del dador es siempre abundante.
Cuando tú eres amigo de Dios, Él se hace socio de tu negocio.
La prosperidad no tendrás que buscarla, ella te perseguirá a causa de tu amistad con El Espíritu Santo. Para recibir, tienes que dar. Los que reciben no dan, los que dan reciben.
Los egoístas siempre se sentirán defraudados mientras que los dadores serán recompensados. Cuando Dios es tu amigo, Él comparte su abundancia contigo.
V.27 “Orarás y Él te oirá.» Oraciones respondidas
Recuerda que las oraciones no pueden ser contestadas hasta que no hayan sido oradas.
Las oraciones que Dios escucha son las oraciones de sus amigos, nunca es tiempo perdido el que se pasa en comunión con Dios.
Hazte conocido en el cielo por tu amistad con Dios, y que el infierno te tema por tu amistad con Dios. El cielo está listo para recibir a todos lo que oran.
Martin Lutero decía: Tengo tanto que hacer hoy que voy a pasar las primeras tres horas en oración. El día que te cercas en oración estarás menos propenso a que te desmorones.
Oraciones son respondidas a los amigos del Espíritu Santo.
Marcos 11:24
“Todo lo que pidieres orando, creed que lo recibiréis y os vendrá.”
v. 8 “Tendrás éxito en todo lo que emprendas.
El éxito en TODO por tu amistad con Dios.
Tu fe es necesaria para tener éxito.
Winston Churchill decía: el éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.
2 Crónicas 31:21
“Lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.”
Siempre involúcrate con algo que sea más grande que tú, porque es allí donde está Dios. Todos los grandes éxitos parecen imposibles al principio, pero tú confía que tendrás éxito en todo lo que emprendas.
William Ward tenía una receta para el éxito: Estudia mientras otros duermen, trabaja mientras otros holgazaneen, prepárate mientras otros jueguen, y sueña mientras otros sólo se están haciendo ilusiones.
Oración: Amado Jesús hoy vuelvo en amistado contigo, te pido perdón por haberme alejado de ti, quiero correr a tus brazos y conversar largamente contigo. Quiero saber lo que piensas, lo que sientes y poder ser una alegría para ti. Ayúdame a aprender a ser un amigo fiel.