▷El Dios que oye tu oración

Es Tiempo de Conectar, febrero 15

El Dios que oye tu oración

“Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros, y la leyó. Luego subió al templo del Señor, la desplegó delante del Señor, y en su presencia oró así:

«Señor, Dios de Israel, entronizado sobre los querubines: sólo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra. Presta atención, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios viviente.” 2 Reyes 19:14-16

Ezequías fue un buen rey, lideró un nuevo comienzo de restauración del templo. La nación volvió su corazón a Dios hasta que el rey de Asiria, Senaquerib, envió a sus mensajeros y a sus ejércitos con el propósito de destruir la ciudad.

¿Qué hacemos cuando recibimos este tipo de cartas con noticias tan desalentadoras? Por ejemplo una carta de desalojo, un embargo, un mal diagnóstico, una carta de divorcio, un juicio denegado.

Senaquerib traía con sus ejércitos malas intenciones, pero Ezequías se llenó de fe y de confianza en Dios al punto que le dijo al pueblo:

«¡Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y su numeroso ejército, porque nosotros contamos con alguien que es más poderoso. Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas. Al oír las palabras de Ezequías, rey de Judá, el pueblo se tranquilizó.” (2 Crónicas 32:7-8).

El pueblo se tranquilizó pues tuvo confianza en las palabras de Ezequías.

Aunque se levanten grandes gigantes, cuando te venga una muy grande oposición, hay alguien MÁS GRANDE y mucho MÁS PODEROSO. Si ellos se apoyan en su fuerza humana, tú apóyate en Dios.

Entonces Senaquerib llegó con cartas amenazantes y Satanás comenzó a usar su boca para intimidar y traer confusión al pueblo; son estrategias que el enemigo usa para destruir tu vida. Si lo hizo con el pueblo de Israel de ese tiempo, ¿por qué no lo haría contigo?

Algunos dicen: Esta enfermedad Dios me la envió. Dios no envía la enfermedad, el que viene a robar, matar y destruir es el diablo pero Jesús vino a traer vida y vida en abundancia.

A veces, el enemigo te hace creer que lo que te ha venido es castigo de Dios que mereces, pero eso es una mentira porque Dios es bueno.

El diablo quiere venir a destruirte pero Dios es tu Salvador y Él vino a salvarte.
El diablo te quiere pobre pero Dios te quiere próspero para que seas generoso.
El diablo te quiere enfermo, Dios te quiere sano.
El diablo te quiere desmoralizado, Dios te quiere con FE.

Para todo lo que tu enemigo vino a hacer en tu contra, Dios está programando tu victoria.
¿Qué tienes que hacer para que Dios oiga tu oración?

Haz silencio y espera en Dios.

2 Reyes 18:36, “Pero el pueblo permaneció en silencio y no respondió ni una sola palabra, porque el rey había ordenado: «No le respondan.»

Nunca argumentes con el diablo y no pierdas tu tiempo. La actitud correcta es la de confianza absoluta en Dios. Recuerda que es bueno esperar en silencio la salvación de Dios.

«Estad quietos y conoced ¡que yo soy Dios! Salmos 46:10

Solicita oración a otros.

“Cuando el rey Ezequías escuchó esto, se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y fue al templo del Señor. Además, envió a Eliaquín, administrador del palacio, al cronista Sebna y a los sacerdotes más ancianos, todos vestidos de luto, para hablar con el profeta Isaías hijo de Amoz.” 2 Reyes 19:1-2.

Ezequías buscó al Profeta Isaías, tú ¿a quién buscas cuando estás contra la espada y la pared y tienes necesidad de oración?

Te animo a que busques a alguien que ore por ti, tu pastor, tu líder, un amigo cercano que te cubra con sus oraciones, no sabes lo importante que es, así que ve y busca que oren por ti.

Presenta tus cartas en tu lugar secreto.

“Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros, y la leyó. Luego subió al templo del Señor, la desplegó delante del Señor.” 2 Reyes 19:14.

Expón tu causa delante de Dios, dile: Oye lo que están diciendo de mí, de mi familia, de mi salud, presenta a Dios extractos bancarios, las escrituras de tu propiedad que estás en peligro de perder, etc.

Pon a tu familia en el altar de Dios porque el Dios de Ezequías es nuestro Dios.

Y Dios nos envía su respuesta, escucha esto: “¿Acaso no creen que Dios hará justicia a su pueblo escogido que clama a él día y noche? ¿Seguirá aplazando su respuesta? Les digo, ¡que pronto les hará justicia!” Lucas 18:7-8.

“Este les dijo: Díganle a su señor que así dice el Señor: No temas por las blasfemias que has oído, y que han pronunciado contra mí los subalternos del rey de Asiria. ¡Mira! Voy a poner un espíritu en él, de manera que cuando oiga cierto rumor se regrese a su propio país. ¡Allí haré que lo maten a filo de espada!” 2 Reyes 19:6-7.

Estas son palabras duras y de juicio contra Senaquerib, no son contra ti sino contra tu enemigo. Sobre uno alto, hay uno más alto y ese es Dios.

Si alguien quiere afligir tu vida, Dios se levantará por ti.
Si el enemigo viene a intimidarte, guarda silencio porque Dios te va a defender. Dios te da una promesa de cuidado y protección.

“Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte.

Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.” 2 Reyes 19:32-34.

No entrará saeta ni nadie hará daño a tu vida. ¡Dios mismo te va a amparar!

v.35 dice: “Aquella misma noche,” justo al encontrarte en el momento de angustia, justo cuando clamas en la misma presencia de Dios, en ese mismo tiempo, Dios va a actuar a favor tuyo.

“Esa noche el ángel del Señor fue al campamento asirio y mató a 185.000 soldados” y Dios libró a Ezequías y al pueblo Judío.

“Así es como el Señor libró a Ezequías y al pueblo de Jerusalén del rey Senaquerib de Asiria y de todos los demás que los amenazaban. Entonces hubo paz por todo el país.

A partir de entonces el rey Ezequías fue muy respetado entre las naciones vecinas, y llegaron a Jerusalén muchos obsequios para el Señor junto con valiosos regalos para el rey Ezequías.” 2 Crónicas 32:22-23 NTV.

Así obra Dios con quienes le buscan, con quienes le buscan con todo el corazón.

Dios te va a librar, te va a guardar, te va a dar favor y te va a ir bien y además de todo esto te va a engrandecer.

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