▷Cara a Cara frente a Dios

Es Tiempo de Conectar, marzo 21

Cara a Cara frente a Dios

Deuteronomio 5:4 “Desde el fuego el Señor les habló cara a cara en la montaña.»

Moisés nunca se conformó con experiencias que había tenido en el pasado, sabía que había más de Dios para él y quiso más y más.

El gran enemigo del avivamiento es cuando pensamos que ya hemos alcanzado suficientes experiencias y conocimiento y nos . conformamos, es un error y debemos buscar tener encuentros diarios con Él.

Dice la Escritura que Moisés era el hombre más manso de la tierra pero a pesar de ser consciente de su propia vulnerabilidad fue osado en pedir y le dijo a Dios: «Te ruego que me muestres tu gloria.»

Nunca nadie había hecho una petición tan grande. La fe de Moisés hizo que Dios se levantara a obrar a su favor, es una fe llena de osadía.

La oración invita a que el poder de Dios actúe en tu vida pues cuando empiezas a orar, la mano de Dios se empieza a mover a tu favor. En el momento que comienzas a orar empieza la derrota del enemigo, en el momento que empiezas a orar, él empieza a retroceder y tú empiezas a avanzar.

Muchas veces queremos que Dios nos hable pero no estamos dispuestos a poner en práctica eso que nos dijo.

¿Cuándo fue la última vez que Dios te habló y obedeciste a lo que te dijo?

¿Para qué queremos que nos siga hablando si no vamos a hacer caso de lo que nos dice?

Cuando escuchamos la voz de Dios hay que ponerle cuidado y atenderla pues cuando confías en la dirección del Espíritu Santo, no vas a fracasar. Cuando nos comprometemos a hablarle, Él se compromete a escucharnos.

Éxodo 23:20 «Date cuenta, Israel, que yo envío mi ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te lleve al lugar que te he preparado.»

Moisés sabía que no era suficiente que Dios enviará su ángel, lo que él necesitaba era que Él fuera con ellos. No te des por vencido, persiste en oración hasta que Su presencia te cubra y vayas rumbo al lugar que Dios ha preparado para ti.

No vayamos a ningún lugar sin contar con la presencia de Dios en nuestras vidas: «Si tu gloria no va conmigo, no me saques de este lugar,” dijo Moisés.

Dios envía su ángel para que te guarde.

Si tienes qué presentarte ante personas de autoridad y estás nervioso, Dios te dice que te introducirá al lugar que ya ha preparado para ti, así que no temas.

Cuando la presencia de Dios está en nuestras vidas, Él pone un muro de protección, tus sueños que estaban muertos van a resucitar, tendrás la confianza que vas a ganar cada una de tus batallas, dejarás de ser un observador distante de la gloria de Dios y serás protagonista, la gente hablará de ti y de las cosas buenas que Dios ha hecho contigo. No importa tu pasado, sino con quién te encuentras todos los días cara a cara.

Moisés acababa de estar 40 días en la presencia de Dios antes de pedirle que le revelará su gloria. Nosotros provocamos a Dios cuando nos convertimos en buscadores de Él.

Isaías 55:6 «Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano.»

Hay momentos en el que no lo sentimos tan cerca pero es allí cuando debemos insistir en buscarlo para encontrarnos cara a cara con Su gloria.

Éxodo 33:19-23, «Y el Señor le respondió: Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo. Pero debo aclararte que no podrás ver mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida. Cerca de mí hay un lugar sobre una roca, añadió el Señor. Puedes quedarte allí. Cuando yo pase en todo mi esplendor, te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano, hasta que haya pasado. Luego, retiraré la mano y podrás verme la espalda. Pero mi rostro no lo verás.»

Dios te dice eso: «HARÉ PASAR MI BIEN delante de ti. Te daré pruebas de mi bondad. Te daré a conocer mi nombre. Es decir, ¡Lo que has visto hasta ahora no es nada!»

Se viene más bendición y mucha más bondad de Dios porque cuando lo encontramos, nos encontramos frente a un Dios de imposibles y cosas imposibles comienzan a suceder.

Tu rostro verá las bendiciones que vas a obtener por estar en Su presencia.

Tendré misericordia… MI ROSTRO BRILLA SOBRE TI radiando esa paz que nadie puede comprender.

Te podrá rodear un mar de problemas pero Yo Soy Tu Paz y puedes mirarme cara a cara, dice el Señor. Mientras lo hagas, vas a estar seguro.

Si te detienes demasiado tiempo a considerar tus problemas, te vas a hundir bajo el peso de esa carga. Pero si sientes que te están anegando, solo dí: «¡Ayúdame, Jesús!»

Mientras más cerca vivas de mí, más seguro estarás.

Las circunstancias que te rodean van y vienen y a la distancia podrán verse olas traicioneras pero fija tus ojos en mí, que nunca cambio.

Cuando las olas te alcancen, ya se habrán reducido por el tamaño de mis designios. Siempre estoy a tu lado ayudándote a enfrentar las olas del día de hoy.

Éxodo 33:12-17, Moisés le dijo al Señor: Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que soy tu amigo y que cuento con tu favor. Pues si realmente es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo.

Yo mismo iré contigo y te daré descanso, respondió el Señor. O vas con todos nosotros, replicó Moisés, o mejor no nos hagas salir de aquí. Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra? Está bien, haré lo que me pides, le dijo el Señor a Moisés, pues cuentas con mi favor y te considero mi amigo.»

Que la presencia de Dios vaya con nosotros es nuestro mayor respaldo. Gracias por contar con tu favor y por ofrecernos tu amistad.

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