La bendición Familiar por construir un altar

Devocional diario enero 21

La bendición Familiar por construir un altar

La historia de Abraham es un lindo ejemplo de cómo Dios con un hombre y con una familia puede levantar
una nación y bendecir a toda una generación.

Génesis 12:2-3

«Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas
las familias de la tierra»
En el plan de Dios para redimir a toda la humanidad siempre empezó con una familia.
Cuando Dios pensó en salvar a la humanidad pensó en Noé y su familia.
Cuando Dios pensó en bendecir miles de generaciones un pueblo pensó en Abraham y su familia.
Cuando Dios pensó en su hijo, quien sería el salvador del mundo, lo puso en una familia.
Para Dios la familia es muy importante porque le basta con una familia para redimir un pueblo, para
levantar una nueva generación, para transformar una nación.

Qué hizo Abraham para ser bendecido?

Génesis 12: 6-8

«Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el
cananeo estaba entonces en la tierra. Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra.
Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido. Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el,
y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el
nombre de Jehová”
Abraham no tenía una casa, él había dejado la casa de su padre y estaba viviendo en el desierto en carpas
y a pesar de eso, lo primero que hace Abraham al llegar a este lugar es construir un altar para Dios.
Muchas personas piensan que van a ser bendecidas el día que tengan una casa propia.
Tu familia empezará a ser bendecida el día que decidas en tu corazón, no importa si tienes una casa, un
departamento o una tienda… ¡El día que decidas construir un altar para Dios!
Construir un altar para Dios, trae la presencia del Espíritu Santo a tu casa y a tu familia. Una casa se puede
perder, se puede caer o se puede hundir pero cuando en tu casa está la presencia de Dios no importa si es
una tienda, una carpa o una mansión… Dios la guarda, la protege y la bendice.
La tienda de Abraham quizá no era la más bonita o la más moderna pero estaba llena de fe, amor y lo más
importante la presencia de Dios estaba en ese hogar.
Lo más grande que le puedes dar a tu familia no son cosas materiales, sino un patrimonio espiritual.
Tú puedes ser un Abraham para tu familia, alguien que trae la presencia de Dios sobre su casa.
Estate pendiente porque cada vez que quieras levantar un altar para Dios el enemigo va a ser todo lo
posible para que desistas.

Génesis 15:11

«Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba” «Y
descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba”
Abraham tuvo que ahuyentar las aves de rapiña para que lo dejaran día a día construir su altar para Dios
con adoración. Cuando más queremos adorar, orar o hacer nuestro devocional, comienzan las
distracciones.
Vas a tener que luchar con el sueño, las llamadas por teléfono, las visitas inesperadas y hasta ahuyentar a
las aves de rapiña pero haz todo lo que necesites para que tu altar se mantenga firme. ¡Determínate!
Los beneficios de construir un altar para Dios

Génesis 13:2

«Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro»
Dios había bendecido a Abraham y había provisión y abundancia en su casa.
Tú encárgate de traer la presencia de Dios a tu casa y Él se encargará de traer la provisión.

Génesis 14:14-16

«Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su
casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les
fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus
bienes, y a las mujeres y demás gente»
Quizá te encuentras en una situación similar a la de Abraham, donde parte de tu familia está prisionera
por el enemigo pues te ha robado bienes, te ha robado tiempo familiar, te ha robado la paz en tu hogar.
Pero si eres alguien que ha construido un altar para Dios, ¡recuperarás al doble lo perdido!

Génesis 17:7-9

«Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones,
por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia
después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo
de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus
generaciones»
Dios encontró en Abraham un hombre con el que quería hacer pacto y es interesante que el pacto que hizo
Dios con Abraham no solo fue con él, sino con su familia y sus generaciones.
Cuando entras en pacto con Dios, Él entra en pacto contigo y pone bajo ese pacto a tu familia y a tu
descendencia.Isaac el hijo de Abraham fue un hombre que no hizo grandes proezas de fe como su padre
pero fue grandemente bendecido por Dios porque vivió bajo el pacto de su padre.
Cuando tú levantas un altar familiar, estás poniendo a tu familia bajo pacto y ese pacto será de bendición
para tus hijos y los hijos de tus hijos.