Devocional diario noviembre 21
Unción para este tiempo
Isaías 10:27 «Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.»
2 Reyes 2: 1-15,
“Cuando el Señor estaba por llevarse a Elías al cielo en un torbellino, Elías y Eliseo estaban en camino desde Gilgal. Y Elías le dijo a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me dijo que fuera a Betel.
Eliseo respondió: Tan cierto como que el Señor vive y que tú vives, ¡nunca te dejaré!
Así que descendieron juntos a Betel.
El grupo de profetas de Betel se acercó a Eliseo para preguntarle:
¿Sabías que hoy el Señor se llevará a tu amo? Claro que lo sé, contestó Eliseo, ¡pero no digan nada!
Entonces Elías le dijo a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me dijo que fuera a Jericó.
Pero Eliseo le respondió de nuevo: Tan cierto como que el Señor vive y que tú vives, ¡nunca te dejaré! Así que continuaron juntos a Jericó.
Después el grupo de profetas de Jericó se acercó a Eliseo para preguntarle: ¿Sabías que hoy el Señor se llevará a tu amo? Claro que lo sé —contestó Eliseo—, ¡pero no digan nada!
Entonces Elías le dijo a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me dijo que fuera al río Jordán. Pero una vez más, Eliseo respondió: Tan cierto como que el Señor vive y que tú vives, ¡nunca te dejaré! Así que siguieron juntos.
Cincuenta hombres del grupo de profetas también fueron y observaron de lejos cuando Elías y Eliseo se detuvieron junto al río Jordán.
Luego Elías dobló su manto y con él golpeó el agua. ¡El río se dividió en dos y ambos cruzaron sobre tierra seca!
Cuando llegaron al otro lado, Elías le dijo a Eliseo: Dime qué puedo hacer por ti antes de ser llevado. Y Eliseo respondió: Te pido que me permitas heredar una doble porción de tu espíritu y que llegue a ser tu sucesor.
Has pedido algo difícil, respondió Elías. Si me ves en el momento en que sea llevado de tu lado, recibirás lo que pediste; pero si no me ves, no lo recibirás.
Mientras iban caminando y conversando, de pronto apareció un carro de fuego, tirado por caballos de fuego. Pasó entre los dos hombres y los separó, y Elías fue llevado al cielo por un torbellino.
Eliseo lo vio y exclamó: «¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Veo los carros de Israel con sus conductores!». Mientras desaparecían de su vista, rasgó su ropa en señal de angustia.
Entonces Eliseo tomó el manto de Elías, el cual se había caído cuando fue llevado, y regresó a la orilla del río Jordán.
Golpeó el agua con el manto de Elías y exclamó: «¿Dónde está el Señor, Dios de Elías?». Entonces el río se dividió en dos y Eliseo lo cruzó.
Cuando el grupo de profetas de Jericó vio desde lejos lo que había sucedido, exclamaron: «¡El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo!». Enseguida salieron a su encuentro y se inclinaron hasta el suelo delante de él.”
Eliseo fue ungido como profeta y recibió una doble porción del ministerio y la unción de Elías.
La unción es la presencia interior del Espíritu Santo en la vida del creyente. Permite al creyente comprender, aplicar y administrar la verdad espiritual. En pocas palabras, la presencia de la unción permite a los creyentes tener una conexión espiritual más profunda que lo normal.
Eliseo representa nuestra historia ¿sabes por qué?
Porque para servir a Dios en esta generación, Él sabe que necesitamos no una porción de su Espíritu sino una porción doble, una porción sobrenatural, una porción evidente del favor de Dios por medio de nuestras vidas.
Hageo 2:9 dice que “la gloria postrera es mayor que la primera.”
Queramos o no, en la medida que pasa el tiempo nos vamos desgastando, las fuerzas se van debilitando y debo ir constantemente a la fuente y llenarme del Señor para poder seguir dando. Sin esa unción del Espíritu Santo no podemos hacer absolutamente nada.
Este pasaje de la Biblia establece la ruta para obtener una doble porción del Espíritu Santo.
Primero, Eliseo no fue menor a lo que deseaba, tenía claro el modelo que qería, ser como Elías, su antecesor.
Segundo, tenía claro que necesitaba estar justo en el momento que Elías iba a ser tomado.
Tercero, necesitamos estar con la gente de fe que van a ser catalizadores para que activen algo poderoso y sobrenatural en nosotros.
El diablo hará muchas cosas para sacarnos de la visión de Dios, pero no te dejes distraer por cosas que parecen buenas pero que no tienen la pureza y la simpleza del evangelio.
Nunca pienses que todo lo que tienes es por tu sabiduría, porque eres muy hábil, porque eres buen negociante, sino todo es gracias a la unción que Dios ha derramado sobre ti.
No se trata de ti, se trata de los planes de Dios con tu vida y de la presencia dulce del Espíritu Santo.
Tiene que haber un fuerte anhelo en tu corazón por la presencia de Dios así como decía Eliseo ¡Vive el Señor que no te dejaré!
La unción viene como resultado de la oración… estaban todos unánimes juntos y vino sobre ellos el Espíritu Santo, según Hechos 2.
Hay unción en este momento. El espíritu de gloria estará en ti, sobre ti, por ti.
La presencia de Dios no te deja.
Señor, úngenos y visítanos cada vez que oramos, llénanos de ti y manifiesta tu poder sobre nuestras vidas.
Que tu unción me transforme en la persona que tu quieres que yo sea.
Que tu unción nos guié a tomar buenas decisiones
Que tu unción nos encamine por el lugar donde debemos ir, no nos queremos apartar de ti ni un segundo preferimos estar un día en tus atrios que mil fuera de ti.
No te dejaré señor, buscaré llenarme de tu unción cada mañana al despertar que tu gloria llene mi habitación.