Devocional diario octubre 23

Mejor con Dios. Salmo 84

Qué importante es decirle a Dios que le amamos y poder decírselo a diario.

El escritor de este salmo anhelaba encontrarse con Dios más que cualquier cosa en su agenda. No hay nada que toque más el corazón de nuestro Dios que sus hijos le expresen su amor y que Él sea nuestra prioridad.

«¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.» Leemos en los vs 1-2 del salmo 84.

El salmista no iba a la presencia de Dios por obligación o por costumbre, ni siquiera por necesidad, sino porque amaba la presencia de Dios.

Tu familia va a cambiar, tus finanzas, tu ministerio, tu trabajo, tu iglesia van a cambiar cuando busques la presencia de Dios como primer recurso y como único refugio; cuando te enamores tanto de Dios, que no lo buscas por obligación o por costumbre sino porque estás enamorado de Él.

“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.” Salmo 84:10

Para el salmista no había cosa más importante, algo más hermoso, algo más especial, que estar en la presencia de Dios. Una vida fuera de la presencia de Dios no tiene sentido, y cada día en su presencia es algo especial y único.

La presencia de Dios hay qué buscarla, el salmista determinó buscar la presencia de Dios todos los días de su vida.

La Biblia dice que ”Dios se deja hallar por aquellos que le buscan.“ Jesucristo mismo dijo: “buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá.“

No podemos pretender tener su presencia y cautivar el corazón de Dios si no lo buscamos con todo lo que somos, si nuestro amor por Él no es sincero y desinteresado.

Salmo 26: 8 “Jehová la habitación de tu casa he amado y el lugar de la morada de tu gloria.”

Hay muchos que dicen, yo amo a Dios pero no oran, no lo buscan; si tu amas a Dios amas también pasar tiempo con Él e inviertes en tu relación con Él, porque es ahí donde te encuentras con Él, donde tu lo puedes alabar y adorar, donde puedes rendir tu corazón, y El te puede abrazar, restaurar y levantar.

Los salmos nos muestran que David amaba profundamente la presencia de Dios y era allí donde encontraba algo adicional. David tuvo muchos enemigos durante toda su vida y muchos de estos fueron más grandes y poderosos que él, pero encontró en la presencia de Dios la protección para su vida.

Salmo 27: 1-3 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón;

Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.»

Fue tal la protección de Dios sobre este hombre que nunca en su vida conoció la derrota; no importaba el tamaño de sus enemigos, siempre obtenía la victoria.

No importa el tamaño de tu enemigo o de tu problema, no importa si un ejercito se levanta contra ti, Dios lo aplastará porque su presencia está contigo.

La presencia de Dios se convirtió en el refugio de David en los momentos de adversidad, de soledad y angustia.

Salmo 31: 20 “En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; Los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.»

El secreto es que cuando estás enamorado Dios, su presencia será tu protección en todo momento.

Sé que muchos no pueden dormir bien por las deudas, la enfermedad, los problemas, pero los enamorados de su presencia encontramos PAZ, porque Dios es quien paga nuestras deudas, quien sana nuestras enfermedades y soluciona nuestros problemas.

Salmos 3: 4-7

“mas tu Jehová eres escudo alrededor de mí, gloria y quien levanta mi cabeza.

Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo.

Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba.

No temeré a diez millares de gente, que pusieren sitio contra mí.

Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; Los dientes de los perversos quebrantaste.”

David clamó a Dios y luego se fue a dormir tranquilo porque sabia que su vida estaba en manos de su Señor.

Cuando uno sale después de estar en la presencia de Dios, sale con paz y aunque hayan circunstancias difíciles, podemos dormir tranquilos, seguros de que Dios tiene todo bajo control.

No hay mejor lugar que la presencia de Dios.

Lo mejor de nuestro día empieza en la presencia de Dios.

Si el mensaje ha hablado a tu vida, deja un comentario a continuación, esto nos ayudará a seguir creciendo. Y comparte el mensaje con esas personas que Dios a puesto en tu mente mientras encuchas el devocional.