Es Tiempo de Conectar, agosto 009
Caminar en Rectitud, Aunque Cueste
«El Señor cuida el camino de los justos, pero la senda de los impíos lleva a la perdición.» Salmo 1:6
Vivimos en una época en la que la integridad parece ser una opción. Se celebra la astucia y se exalta la apariencia por encima del carácter. Pero Dios no ha cambiado, y su llamado sigue siendo claro: «Sed santos como yo soy santo.» (1 Pedro 1:16).
La rectitud no significa perfección y no cometer errores. Significa una vida orientada a agradar a Dios y no a la gente. Es vivir con coherencia, con temor de Dios, y con la convicción de que lo correcto sigue siendo correcto… aunque nadie lo aplauda.
El mundo nos dice:
“Haz lo que sea necesario para avanzar.”
“Todos lo hacen, no seas el único ingenuo.”
“La verdad es relativa.”
Quiero usar dos ejemplos de hombres que buscaron ser rectos, el Rey David y alguien contemporáneo, Billy Graham.
A pesar de sus pecados, fracasos y errores graves, David es considerado un hombre conforme al corazón de Dios porque su vida refleja que fue un hombre consistente con respecto a sus creencias, algo que Dios valora más que la perfección exterior. Algunas razones clave:
1. Tenía un corazón sensible a Dios. David amaba a Dios. Desde joven cultivó una relación íntima con Él. Los Salmos que escribió revelan un alma que anhela, adora, teme y confía en Dios, incluso en medio de batallas internas y externas.
“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.” Salmo 42:1
2. Era humilde y sabía arrepentirse de verdad
Cuando cayó en pecado (como con Betsabé), no salió con excusas ni se justificó ni culpó a otros. Reconoció su error con humildad y quebranto. Su oración en el Salmo 51 es una de las expresiones más puras de arrepentimiento en toda la Biblia.
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” —Salmo 51:10
3. Valoraba la justicia y la misericordia
David no se aprovechó de su posición para vengarse de Saúl, su enemigo. Lo respetó como ungido de Dios. Además, fue justo con sus soldados y mostró misericordia incluso con quienes no lo merecían.
Billy Graham en más de 55 años de ministerio, predicó el Evangelio a casi 215 millones de personas en más de 185 países. La Asociación Evangelística Billy Graham, fundada por él en 1950, llega a millones de personas cada año a través de transmisiones de radio y televisión, películas, literatura, capacitación, eventos e internet.
Billy Graham fue un líder con una visión realista frente a las tentaciones. Por ello, estableció límites claros, como nunca tener reuniones privadas con mujeres que no fueran de su familia. Además, al ver los numerosos escándalos financieros que afectaban a hombres y mujeres dentro del ámbito cristiano, impulsó la creación de la ECFA (Evangelical Council for Financial Accountability – Concilio Evangélico para la Rendición de Cuentas Financieras).
Esta organización se dedica a auditar y certificar a las entidades cristianas que solicitan su membresía, aprobando o desaprobando su gestión según criterios de transparencia e integridad en el manejo de sus recursos.
Debe quedar claro que Dios no busca hombres perfectos porque no los hay, busca corazones rendidos.
La gran enseñanza con David es que Dios no se impresiona con la apariencia o los logros, sino con un corazón sincero, obediente y arrepentido. Dios ve más allá del momento y mira el corazón.
“El Señor no mira lo que mira el hombre. El hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón.” —1 Samuel 16:7
En resumen, David fue un hombre conforme al corazón de Dios y procura que tú y yo lo seamos también.
La Palabra de Dios nos recuerda en Proverbios 20:7: «El justo camina en su integridad; dichosos los hijos que siguen su ejemplo.».
¿Por qué cuesta vivir en rectitud?
Porque pecar es parte de la naturaleza humana.
Cuando no nos rodeamos con la gente correcta y no rendimos cuentas.
Porque la rectitud exige decir “no” a deseos, placeres y atajos que el mundo aplaude.
Porque muchas veces la recompensa de ser rectos no ocurre de inmediato.
Vivir en rectitud es nadar contra la corriente y ser contracultura. Pero Dios promete caminar al lado de los justos, protegerlos, levantarlos y usarlos como ejemplo.
Oración
Señor, hoy renuevo mi decisión de vivir con integridad. Quiero agradarte más a Ti que al mundo. Guarda mis pensamientos, mis palabras y mis acciones. Dame valor para hacer lo correcto, incluso cuando eso me cueste relaciones, oportunidades o reconocimiento.
Enséñame a confiar en que Tú ves lo que nadie más ve. Hazme una persona íntegra en lo privado y en lo público, para que mi vida sea un reflejo de tu luz. En el nombre de Jesús, amén.
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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global