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Es Tiempo de Conectar, enero 21

El costo de seguir a Jesús

“Muchos de sus discípulos decían: «Esto es muy difícil de entender. ¿Cómo puede alguien aceptarlo?».

Jesús estaba consciente de que sus discípulos se quejaban, así que les dijo: «¿Acaso esto los ofende? ¿Qué pensarán, entonces, si ven al Hijo del Hombre ascender al cielo otra vez? Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida, pero algunos de ustedes no me creen». (Pues Jesús sabía, desde un principio, quiénes eran los que no creían y también quién lo traicionaría). Entonces les dijo: «Por eso dije que nadie puede venir a mí a menos que el Padre me lo entregue».

A partir de ese momento, muchos de sus discípulos se apartaron de él y lo abandonaron. Entonces Jesús, mirando a los Doce, les preguntó:
—¿Ustedes también van a marcharse?
Simón Pedro le contestó:

—Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

Entonces Jesús dijo: Yo los elegí a ustedes doce, pero hay uno de ustedes que es un diablo. Se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote, uno de los doce, quien más tarde lo traicionaría.” Juan 6: 60-71.

Al principio no fue fácil para mí seguir a Jesús, era un jóven que buscaba llenar un vacío en medio de muchos desafíos y un día conocí a un grupo juvenil de Texas que había llegado a apoyar los esfuerzos de una iglesia. Ví en ellos un cristianismo más auténtico que el mío y acepté el desafío de leer el Nuevo Testamento.

¿Alguna vez has tenido conflictos al querer seguir las enseñanzas de Jesús?

¿A veces te resulta difícil ser cristiano, por ejemplo, con tu familia, en la universidad o en el lugar de trabajo?

¿Sientes oposición por el hecho de que has entregado tu vida a Jesús?

¿Alguna vez te has dicho dentro de tí que no vale la pena tanta cosa por seguir a Jesús?

Si quieres una vida cristiana fácil, sin sacrificios ni esfuerzos, mejor reevalúa si quieres seguir al Señor.. No era fácil entonces. No lo es ahora.

Con nuestros amigos de barrio fuimos fans del famoso músico de rock pesado, Alice Cooper, hijo de pastor y llamado así en honor a una bruja.

Una vez dijo, “Beber cerveza es fácil. Destrozar la habitación de un hotel es fácil. Pero ser cristiano es una decisión difícil. Ser cristiano es una auténtica rebelión”.

Seguir a Jesús es una decisión difícil, sin embargo, es el camino hacia la vida en toda su plenitud.

El vs. 60 dice, “«Esto es muy difícil de entender. ¿Cómo puede alguien aceptarlo?»”

Es cierto que algunas enseñanzas de Jesús no son fáciles de seguir.

Por ejemplo, en Mateo 7: 13, Jesús mismo nos dice,

“ »Solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.”

Se requiere una renovación espiritual profunda que sólo puede producir el Espíritu Santo. El mundo no es atraído al ver un cristianismo barato y superficial y busca antes que nada autenticidad, y reitero que es una autenticidad producida por rendirte a Dios.

El Juan 6 leemos que la gente estaba escandalizada por lo que Jesús dijo acerca de sí mismo:

Yo soy el pan que descendió del cielo.
…a menos que coman la carne del Hijo del Hombre y beban su sangre, no podrán tener vida eterna en ustedes.
Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió.

El costo de seguir a Jesús en ese entonces y ahora, es alto que debes evaluar bien si vale la pena.

Vs. 61: “«¿Acaso esto los ofende?…Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida.»”

Vs. 66-69: “A partir de ese momento, muchos de sus discípulos se apartaron de él y lo abandonaron. Entonces Jesús, mirando a los Doce, les preguntó: ¿Ustedes también van a marcharse?
Simón Pedro le contestó: Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.”

Cuando Jesús habla de vida eterna, habla de una calidad de vida que comienza ahora y continúa para siempre: “la vida eterna es la vida en toda su plenitud.”

Jesús nos habla de la realidad de la vida eterna que ninguna religión nos puede ofrecer porque Él es el Santo de Dios.

Pide al Espíritu Santo que te llene para que tengas la verdadera perspectiva de la vida que Dios te ha dado pues aquí es donde comienza la vida eterna.

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