Es Tiempo de Conectar, febrero 025

“El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera, dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio. Después, cuando oró otra vez volvió a llover, y la tierra dio su cosecha.” Santiago 5:17-18 DHH.

Santiago comienza con una aclaración, Elías era un ser humano como cualquiera de nosotros, tenía temperamento, era apasionado y sensible, sin embargo la oración de Elías no fue cualquier oración, fue una tremenda oración.

En 1 Reyes 18:42-46 encontramos cuatro características de su oración:

1. Oración específica:

Elías pidió que dejara de llover y dejó de llover, luego pidió que lloviera y volvió a llover.

No hagas oraciones vagas, cuando ores sé específico(a). Es por esto que hay una gran diferencia entre rezar y orar. Rezar es repetir oraciones, orar es hablar con tu Padre.

2. Oración ferviente:

Santiago 5: 17, “Y cuando oró con fervor…”

No oró de una manera tibia, como por no dejar, sino que fue con pasión, tenía en mente algo grande para Israel.

Una oración ferviente es aquella que sale de lo profundo y más íntimo de nuestro ser.

¿Estás urgido por una respuesta de Dios? ¡Haz una oración ferviente!

¿Te encuentras en la sin salida? Humíllate delante de Dios y si a Él le toca abrir el Mar Rojo de nuevo lo volverá a hacer.

3. Oración perseverante:

¿Qué opción nos queda?¡Perseverar y no darse por vencido, seguir esperando y confiando en Dios!

4. Oración efectiva:

Una de las promesas más revolucionarias que hizo Jesús está en Juan 15:7-10,

“Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará.
En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos.
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo.
Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.”

Promete que podemos pedir lo que queramos siempre y cuando esté alineado con Su propósito con nosotros, Su intención es que seamos árboles sanos que den mucho fruto, buen fruto, fruto útil, que nos vaya muy bien, que cuando la gente nos vea, diga, esa persona tiene algo diferente, es persona es de fe.

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