Es Tiempo de Conectar, julio 022
El poder del perdón
«Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.» Efesios 4:32
¿Sabías que perdonar no es una debilidad sino que es una fuerza espiritual que logra romper cadenas?
Muchas veces pensamos que perdonar es “dejar pasar” o minimizar el daño. Pero perdonar no significa que lo que ocurrió fue correcto, ni que debemos olvidar lo que nos hicieron. Perdonar es decidir no permitir que el pasado siga controlando nuestro corazón.
Es soltar el derecho de cobrar la deuda, no porque la otra persona lo merezca, sino porque tú has sido perdonado primero.
La Biblia es clara cuando dice que el perdón que damos está directamente conectado con el perdón que recibimos. Jesús lo enseñó en la oración del Padre Nuestro:
“Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” Mateo 6:12.
Y en la cruz, en el momento de máximo dolor e injusticia, Jesús dijo:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Lucas 23:34.
¿Puedes imaginar ese tipo de amor? Es sobrenatural. Y ese mismo amor nos ha sido dado por el Espíritu Santo para que podamos vivir libres del rencor.
Por cuanto todos pecaron y fueron destituidos de la gloria, apartados de la relación con Dios. Todos hemos insultado a un Dios santo sin embargo en la cruz del Calvario y en medio de su sufrimiento, Jesús declara que hemos sido perdonados por medio de Su sacrificio.
No alcanzamos a hacer lo suficiente para merecer el perdón, no hay sacrificio, no hay promesa que quiera cumplir, no hay nada que yo pueda hacer para merecer el perdón.
«Un regalo que no se compra»
Si pones tu fe en Jesús y recibes el regalo del perdón, algo profundo cambia. No por obligación, no por presión, sino porque el alma encuentra descanso en algo que llevaba buscando desde siempre: la gracia y el amor de Dios.
Todos, en algún momento, cargamos con errores, culpas o heridas. Intentamos compensarlo con buenas acciones, justificaciones o incluso con indiferencia. Pero nada de eso borra el pasado ni sana el corazón.
El perdón de Jesús no es una teoría religiosa. Es un regalo real, personal, inmerecido y que transforma.
Su amor no se gana, no se compra, ni se merece, solo se recibe.
Y cuando lo haces, ya no vives intentando “ser suficiente”, porque entiendes que Él ya lo fue por ti. La cruz no es símbolo de condena, sino de esperanza. Ahí, Jesús tomó lo peor de nosotros y ofreció a cambio lo mejor de Él: vida, libertad, y un nuevo comienzo.
Aceptar ese regalo es reconocer que no puedes salvarte a ti mismo… y que eso está bien. Porque hay alguien que ya lo hizo por ti.
¿Por qué perdonar?
Porque Dios nos perdonó primero.
Nosotros fuimos perdonados cuando no lo merecíamos. ¿Cómo no extender lo mismo?
Porque el rencor nos encadena.
El resentimiento envenena el alma. Nos ata al pasado, roba la paz, y cierra el corazón a la presencia de Dios.
Porque el perdón sana relaciones.
Cuando perdonamos, reflejamos el carácter de Cristo al mundo.
Pero… ¿cómo perdonar?
Empieza con decidir perdonar, dejar ir aunque las emociones no estén listas.
Ora por la persona que te hizo daño. No es fácil, pero abre la puerta a la sanidad.
Deja que Dios trate con el otro. No te corresponde hacer justicia con tus manos.
Recuerda cuánto has sido perdonado tú. Eso ablanda el corazón.
Reflexiona hoy:
¿A quién necesitas perdonar para recuperar tu paz?
¿Has estado cargando un dolor que deberías soltar a los pies de la cruz?
Oración:
Señor, reconozco que a veces he guardado dolor, enojo y amargura. Hoy te pido que me ayudes a perdonar como Tú me perdonaste. No quiero ser prisionero del rencor. Sana mi corazón, libérame del peso del pasado y enséñame a vivir en la libertad de tu gracia. Amén.
Te animamos a que dones en el siguiente enlace https://conectarglobal.org/donaciones/ . Así nos apoyarás a seguir con este hermoso servicio de llegar a muchas más personas.
Y que hagas uno de nuestros cursos en www.conectarglobal.org que son sin costo alguno.
Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global