Devocional diario noviembre 10
Deléitate en Dios
Todos queremos vivir una vida plena y todos tenemos anhelos que aún no se cumplen
La Biblia nos dice en el Salmo 34:7 NTV “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.”
Deleitarte en Dios es encontrar placer en tu relación con Él, es estar tan enamorado de Él que disfrutas todos los minutos del día a su lado, tanto así que quieres escucharlo una y otra vez porque su voz trae paz y seguridad haciendo que te sientas satisfecho por completo. Vives feliz, con adrenalina corriendo por tus venas por ello, todos los días son hermosos.
Pero también hay otro tipo de deleites que no llevan consigo una bendición. Son malos placeres como deleitarse en hacer lo que sabes que está mal, deleitarte cuando a tu enemigo le va mal, deleitarte en cosas que no te conviene, deleitarte en lo que te hace daño… Esos deleites no son sanos.
Es como ir al banquete que Dios ha preparado para nosotros ya habiendo cenado antes, pues si hacemos eso, no lo vamos a poder disfrutar. ¿Por qué? Porque ya estamos satisfechos.
Muchos de nosotros nos hemos llenado de tanto orgullo, hemos bebido el jugo del rencor, hemos comido nuggets de pecado o alitas de autosuficiencia y cuando queremos ir a la presencia de Dios, ya estamos tan satisfechos de habernos deleitado en nosotros mismos y en las cosas de la vida, que no alcanzamos a encontrar deleite en Él.
Me gustaría que hoy este mensaje sea un suero hidratante para ti, que te quite la indecisión y decidas de una vez a qué banquete ir, al del penthouse del deleite celestial o al de la comida maluca que ofrecen en el sótano de la bodega.
“Entonces te deleitarás en el Todopoderoso y levantarás tu mirada a Dios” Job 22:26 NTV
¡Es necesario vivir con la mirada puesta en Dios! No camines mirando al piso, sintiéndote menos que los demás. Levanta tu mirada y camina erguido porque tu Dios es un cumplidor de promesas y concede los deseos más íntimos de aquellos que se deleitan en Él. Cuéntale tus planes y Él te incluirá en los suyos.
Tú puedes ser el deleite de Dios.
“Pues el Señor tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría” Sofonías 3:17 NTV
Me lo imagino con una gran sonrisa desde el cielo, deleitándose en ti cuando te despiertas y lo saludas, deleitándose en ti cuando le cantas en la ducha, deleitándose en ti cuando le separas un lugar en la mesa, cuando compartes tu pan con el necesitado, cuando le consultas qué hacer en tu trabajo.
Él desde los cielos dice: Ese es mi hijo, eres mi hija, eres mi predilecto, mi preferida, voy a concederte los anhelos más íntimos de tu corazón.
Deleitarte en Él no es cuánto tú le hables, sino cuánto aprendes a escucharle.
Guarda silencio, cierra tus ojos, piensa en Él, memoriza un Salmo y te aseguro que los cielos se abrirán.
Sí, Él se levantará de Su trono y descenderá a conversar con el deleite de su ser que eres TÚ. Bendice Su Nombre en este momento.